Ser
Feliz
Por Lucia Gauto - Alumna de 1º año de E.S. Nº 3 de San Manuel
La lluvia caía sobre
la ventana y Luz recordaba su infancia en la que todos los días con su papá
salían a las 7 A .m.
y arrancaban un largo día. En primer lugar ella entraba a la escuela. Al
finalizar su jornada escolar pasaba la tarde paseando y conociendo distintos
lugares de la ciudad. Vivía en Buenos Aires. A Luz le encantaba sacar fotos y
retractar con su cámara hermosos momentos. Su sueño era convertirse en una
fotógrafa reconocida en todo el país, pero su padre no podía comprarle una
cámara profesional, él tenía una común y veía que Luz sacaba increíbles fotos
con ella.
Andrés, el papá,
deseaba poder darle a su hija lo que tanto añoraba, pero su trabajo no le
permitía ganar mucho y lo que ganaba debía gastarlo en lo fundamental para
sobrevivir. Sin embargo lo poquito que le quedaba lo guardaba en una cajita.
Deseaba profundamente llegar al precio de la cámara que deseaba su hija.
Un día la niña vio en un diario un anuncio
que invitaba a todos los niños de 8
a 12 años que se interesen en la fotografía a participar
en un concurso, el premio consistía en dos pasajes a Maui, una de las islas más
paradisíacas de Hawai, para sacar sus mejores fotos. Luz decidió anotarse pero
no tenía una gran cámara por eso le pidió a su papá que se la comprara. Él no
tenía la plata, a pesar de esto le dijo que si. Ese día, Andrés no pasó la
noche en su casa sino que estuvo toda la noche trabajando para conseguir el
dinero. A la mañana siguiente fue hasta el negocio, compró la cámara y se la
llevó a su hija. La felicidad que sintió esa niña al ver que su padre le traía
lo que tanto añoraba era inexplicable en palabras. Esa tarde padre e hija
emprendieron una excursión hacia el obelisco, la idea era sacarle una gran
foto, pero la estrella de la imagen no fue la que piensas, sino que en el
camino Luz y Andrés se sacaron una fotografía en una plaza y la niña decidió
enviarla al concurso con un epígrafe en el cuál escribió: "Tal vez no sea
la mejor foto, tal vez no gane, pero esta persona me enseñó a valorar todo lo
que tengo, porque es la persona más importante".
Los días pasaron y la fecha de premiación
llegó. Luz se sorprendió al recibir una nota del concurso que le comunicaba
que había sido elegida como la ganadora.
Se dirigió a la dirección indicada y al recibirla le dijeron que su premio no seria un viaje sino una
cámara. Luz no aceptó y prefirió quedarse con la suya. Comprendió que lo que más vale es el cariño y lo que le
demostró su papá al esforzarse tanto para conseguir esa cámara. Desde ese día
su padre fue la estrella, fue el protagonista de sus mejores fotos.
Hoy que ya no tiene la
compañía de su papá, al recordarlo en sus imágenes, en ella se refleja una
sonrisa. En esos segundos recuerda que la felicidad está hecha de pequeños
momentos y no de algo material. Ser feliz consiste en valorar lo que tienes
pero no los bienes materiales, sino valorar a tus seres queridos, pasar tiempo
con ellos y retratarlos para que duren en el tiempo. Todos dicen ser felices y
si lo eres disfrútalo, valora a esas
personas, cuídalas y demuéstrale tu cariño, porque cuando no las tengas te
arrepentirás.
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