miércoles, 28 de agosto de 2013

"Contate un cuento V" - MENCIÓN DE HONOR CATEGORÍA B - Gladys Aguilar

Un miau para mi soledad


Yo siempre quise un gato, pero mi madre nunca me lo quiso comprar, me decía que los gatos a la noche se transforman en seres extraños, seres que andan vagando por las casas, observando la vida humana y estudiando cada uno de nuestros movimientos. Sí, mi madre piensa que los gatos van a dominar el mundo y nos van a tener como esclavos. Y yo pienso que mi madre está loca.
  Yo quiero un gato, quiero tener uno, son unos animales muy tranquilos, silenciosos y no molestan. Pero no, mi madre prefiere los perros. A mí no me gustan, me molestan, no quiero un perro en mi casa; no obstante eso para completar mi mal humor, mi madre vio un caniche toy en una veterinaria  y se lo quiere comprar. Detesto pelearme con ella, pero me da rabia que no me entienda. Les tengo terror a los perros,  quiero un gato. Me pone mal estar peleando con ella desde hace unas semanas por este tema. Nunca me escucha, nunca me entiende, ni me presta atención a lo que me pasa. Me siento solo, incomprendido.  Hace un tiempo me alejé de unos amigos, porque me trataban mal, me aislaban, siento como que no tengo a nadie cerca de mí. También debe ser por eso que quiero un gato, para que me acompañe, para hablar con él y que me escuche.  Además tengo que estudiar bastante, me estoy a punto de llevar 4 materias, aunque  estoy a tiempo de levantar Historia. Tengo que dar un oral de la Guerra Mundial, pero no. No puedo estudiar. Estoy decaído. No tengo ganas de nada. Me parece ilógico tener que estudiar sobre algo que pasó hace muchísimo, y que ni siquiera tiene que ver con Argentina. No entiendo porqué tenemos que estudiar cosas que no nos interesan, así como tener materias estúpidas. No sé por qué tenemos que tener inglés, si hablamos Español.
   Tengo 15 años y estoy perdido en el mundo, no tengo amigos, siento que mi familia no me entiende. Estoy solo y quiero un  gato. Tampoco entienden eso. Necesito una compañía.
    Estoy frito, tengo prueba de Matemática y Literatura mañana, no entiendo nada de nada. Listo, otras dos que me llevo.
    No sé qué le cuesta a mi mamá comprarme un gato, si yo me voy a hacer cargo de él. Lo voy a alimentar, cuidar y llevarlo a vacunar.  Si para la semana que viene no me compra mi gato, empiezo a ahorrar y me lo compro yo, aunque tenga que tenerlo escondido. También  debo arriesgarme a los riesgos que puede correr el animal si mi mamá lo descubre. Elena es tremenda, es la única madre histérica que vi en mi vida. Todas las madres de mis compañeros hablan con ellos, los ayudan siempre, en cambio ella no, al contrario, me echa la culpa de todo. A veces me gustaría escaparme e irme a vivir solo, comprarme el gato y listo. Pero pienso en mis hermanitos, me da lástima dejarlos con esa loca, yo siempre los defiendo, y si me voy no sé qué pasaría.
    Hace un rato volví a insistirle con el tema del gato, pero fui en un mal momento y casi me echa a zapatazos de su habitación.  Capaz que piensa que voy a comprar una gata que después viene el tema de los gatitos, que puede ser madre, que no podemos tener tantos animales en casa y que esto o aquello. Pero no, quiero un gato, no una gata. Un gato. De cualquier color,  no me importa si es de raza o no. Quiero un gato, para que me haga la compañía que el resto de los seres humanos no me hacen. Llevo mucho tiempo sintiéndome así, solo. Mi vieja que me trata así, mis amigos  que no me hablan, es más, me ignoran, y mi viejo … a mi viejo  nunca lo conocí. La única compañía que puedo tener es la de un gato.  Voy a hacer lo posible por conseguirlo. Siempre fui un luchador, hice todo lo posible e imposible para conseguir lo que quería. Esta vez no me voy a rendir, no. No es imposible tener un simple gato. Lucharé por él un siglo si es necesario, pero voy a tener un gato. Punto.
   Ya sé que tampoco  debería rendirme con el tema de la escuela, pero eso es algo que sé que no voy a poder superar. Estoy mal en todas las materias, me peleo seguido con los profesores. Las daré en diciembre y febrero. Cuando mucho repetiré. Si repito  mi madre se enoja, y si lo hace, tengo el derecho de reprocharle que no puedo hacer nada con mi vida, que nunca me apoya en nada de lo que hago. Eso también va a ser otro motivo de enojo.
   La vida es injusta con todos, no solo conmigo. Sé que hay gente con peores problemas que los míos y que sin embargo siguen adelante, pero yo no sé qué hacer ni cómo seguir. No tengo a nadie con quien hablar. Nadie que me ayude. Quiero ir al psicólogo para que me dé una orientación, me escuche, pero es caro y nadie me lo quiere pagar. Mis tíos porque no tienen plata y la idiota de Elena, porque si me paga el psicólogo, se queda sin dinero para comprarse su par de zapatos semanales. No sé porqué se compra tacos nuevos todas las semanas si nunca los usa. Tiene como 10 pares sin estrenar. Siempre usa los mismos. Yo le digo que podría sacrificar 2 pares de zapatos para comprarme el gato, pero dice que necesita comprarse zapatos. Creo que tiene una manía con los tacos esos.  Yo casi no tengo plata, así que tampoco me lo puedo pagar.
   Sigo insistiendo con el gato, juré una y mil veces que si me compraban el gato, nunca más iba a pedir nada, pero siempre recibo la misma respuesta: no
   Cuando era más chico, todo era diferente, pedía algo y me lo compraban, si no lo hacían, lloraba un rato, como cualquier capricho de todo chico. Pero ahora no. No sé qué hice mal como hijo y como amigo para estar sufriendo esto. Siento que tengo la culpa de todo lo que me pasa. Pero no sé qué es lo que les hice. Siempre fui bueno, los ayudé en todo lo que me pidieron, hice todo por mi familia y amigos. Y de un día para otro empezamos con esto. No lo soporto más. Soy un buen pibe,  y la vida me paga con esto. Le doy la razón a todos los que me dijeron que por más buena que sea una persona, la vida le va a dar miles de cachetadas, golpes y caídas. Es injusta con todos. Aunque también dicen que después de los malos momentos, vienen las alegrías. Pero para mí  no llegan, al contrario, se alejan, estoy cada vez más solo y triste. Siento como si fuera invisible ante los ojos de todos. No puedo dormir a la noche, casi no como. Tengo unas ojeras terribles, y estoy cada vez más flaco. El resto ni se da cuenta, varias veces siento ganas de llorar, pero me trago las lágrimas, soy hombre y si lloro se burlan de mí, entonces me las aguanto. No quiero más cargadas. Trato de ver para adelante, pero cada vez se me nubla más el camino. No veo un más allá. Me siento  enterrado en este presente horrible. Siento como que no hay más camino, que llegué al final. No puedo salir de esto.  Entiendo perfectamente que con un gato no voy a revertir esta situación, pero por lo menos, si lo tuviera, tendría a alguien que me escuche, y así podría descargarme un poco. Antes, me descargaba haciendo deportes, jugaba al rugby, pero  dejé porque era muy caro y porque tampoco me lo querían  pagar. Podría volver, pero no tengo fuerzas. Me siento desanimado para correr. No recuerdo como jugar,  ni como entablar una conversación con gente desconocida.
   Paso muchísimo tiempo encerrado en mi habitación. Solo. Acostado mirando a la nada  o dibujando gatos en la computadora. Tengo Internet y redes sociales, pero ni me molesto en abrirlas, si total nadie me habla. ¿Para qué las quiero? ¿Para ver como los demás tienen amigos  y se divierten mientras yo estoy acá solo? No, no quiero deprimirme más por eso.
   No entiendo porqué soy así, porqué me encierro en mi burbuja, porqué estoy solo, si siempre fui un pibe sociable, alegre. Ahora soy todo lo contrario.  Me encantaba salir, iba de acá para allá, feliz de la vida. Ahora se dio vuelta mi mundo. No sé cómo  explicar lo que siento, es una sensación repugnante de soledad, tristeza e incomprensión.
   Anoche, hablé con una prima que vive lejos de acá, para que llame a mi mamá y la convenza,             quiero  que me compre el gato, pero dudo que lo haga. Nunca lo intenta, no sé porqué le pedí ayuda a ella. Tal vez, es a la única persona a la que puedo recurrir en estos momentos.  También busqué en Internet formas para convencer a alguien,  pero  todas me resultaron bastante inútiles. Eran para convencer a la gente de cosas más importantes, no de una simple estupidez como comprar un gato. Ningún hijo necesita ayuda para que le compren un gato, lo piden y se lo dan, es simple. Pero a mí, no me lo dan. No conozco ningún otro método para utilizar, solo resignarme a que no me lo van a dar, pero no, no me voy a rendir.
  Falta una semana para mi cumpleaños, voy a esperar  un poco más. Capaz que me regala el gato, sería un regalo maravilloso. Creo que no estoy de ánimo para aceptar otros regalos. Solo deseo un gato. Todavía recuerdo cuando mi hermanito quería un auto de carreras para jugar, estuvo pidiéndolo todo un año, lloraba e insistía como yo en estos momentos. Para su cumpleaños se lo regalaron, y él tenía una emoción increíble. Amaba ese autito, es más, con lo bruto que es para jugar, todavía lo tiene sanito, eso que ya pasaron 2 años. Por eso, voy a tener fe, quién dice que para mi cumpleaños no me regalan un gato. Puede ser que hagan lo mismo que con mi hermano. Nunca hay que perder la fe, si uno tiene un sueño, debe luchar hasta cumplirlos, y si cree que lo hará, lo va a hacer. Yo creo que voy a conseguir finalmente a mi gato. Tengo ese presentimiento. Capaz que esta sea la última semana que pase solo.  Creo que de tanta ilusión, me volvió a venir el sueño, después de casi dos semanas sin poder dormir, por el insomnio.  Ya que ahora tengo sueño, voy a dormir, esta semana voy a hacer eso, dormir, lo más que pueda. Voy a recuperar toda la energía posible para celebrar y festejar cuando me regalen mi gato. Estoy cansado, quizás lea un poco de lo de Historia y duerma un rato…

   Hoy es mi cumpleaños. Amanecí muy bien, y de muy buen humor. Me pasé toda la semana acostado, estudiando y durmiendo. Se me pasó rápido. Creo que estoy volviendo a ser yo. Bajaré a desayunar, seguro me darán algunos regalos. 
   Cuánto hacía que no bajaba estas malditas escaleras, algún día me voy a terminar cayendo y quebrando todo, los escalones son pésimos.   No importa. Lo importante es que no me caí y que llegué tranquilo a la cocina para tomar mi desayuno.  Tengo ganas de tomar té. Un té de tilo.  Se ve muy tranquila la cocina. Ningún movimiento. ¿Se acordarán que es mi cumpleaños? Sí, tienen que hacerlo, son mi familia.  Si olvidan mi cumpleaños, estuve pensando seriamente en terminar con mi vida. Creo que no hay nadie en casa. Daré una vuelta. Me resulta muy extraño estar dando vueltas por mi casa buscando a mi propia familia para que me feliciten por mi cumpleaños. Ellos tendrían que hacerlo por su cuenta. Qué raro. Mi mamá está en la entrada, recién llegó de la calle, pero no trae ningún paquete o caja que pueda contener un gato. Mamá no me va a regalar el gato. Pero trae una  bolsita. Seguro es el par de medias que me regala todos los años.  Me iré a sentar al sillón y ver un poco de tele. 
   La bolsita era para mí. La abrí mirando indiferente, pensando que eran las medias de todos los años. Mamá estaba parada a mi lado , esperaba que abriera la bolsa.   ¿Qué es esto? ¿Una cajita? no me regaló el gato, pero al menos, cambió las medias.
   Genial, una mascotita virtual. Pareceré un idiota hablando y cuidando a una maquinita casi invisible.  De todas formas la encendí. Tiene gatos. Es genial.
Elegí uno de los gatos que tenía y aquí estoy. Tirado bajo un árbol cuidando al gato virtual. No es un gato real, pero un gato es un gato.


Alumna de 4º año de Escuela de Educación Secundaria Nº 1

No hay comentarios:

Publicar un comentario