sábado, 23 de noviembre de 2013

“CONTATE UN CUENTO VI” - CATEGORÍA B

Perdida en la soledad

Por Maira Tridón
Alumna de E.S.Nº 5 de Lobería


   Todo pasó  un día oscuro de esos que la tormenta cubre la ciudad por así decirlo. Sofía se encontraba sola en su departamento sin saber qué hacer, nada llamaba su atención. Perdida en la desolación comenzó a observar un cuadro pintado por su madre que cubría la pared del living, la imagen mostraba un camino que al final tenía un perfil sombreado, sin significado alguno para ella, ya que no sabía porque había pintado aquello.De pronto se vio en una situación rara, sentía como si flotaba en la nada. Se asusto. Quiso regresar a la dimensión  concreta, pero se dio cuenta que lo disfrutaba y lo prefería una y mil veces más que estar sola en su sillón rojo aterciopelado mirando hacia la ventana pasando así horas y horas, por lo que decidió volver.. A la tercera vez ya no tuvo posibilidad de salir... ¿Qué situación  no? Para ella no fue  complicado, porque se sorprendió al oír al llamado de su nombre que provenía desde aquel lejano horizonte, de esa sombra que contemplaba sin buscarle sentido alguno. Sofía comenzó a caminar hacia allí sin pensarlo dos veces, pero cada paso que daba era un capitulo fantasioso, cosas se interponían en su camino como si no quisieran que esta llegara a destino. Sombras, flores, interlineados entre otras formaban parte de los obstáculos, ninguna dificultad  para si misma.Fue así como comenzó a ver que todo se derrumbaba y quedaba en la nada, nuevamente apareció en otro mundo ¡Era su hogar!.. Aunque ella se preguntaba qué había ocurrido al asomarse a la ventana, todo se notaba diferente. Sorprendida vio reflejada una figura en el vidriado, ella se encontraba sola y no entendía absolutamente nada... Al darse vuelta observó el mismo rostro en el  espejo que hacia movimientos similares a los de sí misma.No se reflejaba como un rostro joven, era anciana. ¡No se reconocía! fue como pensó que ese camino estrecho había tomado años de su vida... Aunque la intriga de no haber descubierto aquella figura permanecía en su cabeza.

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