sábado, 23 de noviembre de 2013

“CONTATE UN CUENTO VI” - CATEGORÍA B

PIC

Por Delfina Paciaroni
Alumna de 3º año de Colegio Santa Rosa de Lima

Todo comenzó aquella tarde de Julio, pleno invierno en la ciudad de Buenos Aires…Era el cumpleaños de Matías, único hijo de la familia Straw, cumplía ocho años y sus padres decidieron que yo era el mejor regalo para él.Cuando me eligieron, pude notar en ellos una inmensa alegría… Ellos sabían que habían hecho una buena elección. Salimos de la tienda rumbo a su casa, mi próximo hogar, pero en el camino me di cuenta que algo no andaba bien, los padres de Mati, comenzaron  a discutir , esa situación siempre la veía desde la vitrina, parejas peleando acerca de la mejor opción para elegir, y el ambiente que se crea no es muy agradable… yo pensaba: espero que en mi nuevo hogar no sea así…
   Todo el trayecto discutieron y una vez que llegamos a destino, bajamos del auto y lo primero que vi fue la enorme mansión en la que iba a vivir, me emocioné mucho, pero por un instante pensé en esa nena, que vivía frente al negocio, sin abrigo, sin comida y mi felicidad se esfumó.
  Sandra , su mamá, le comentó a la mucama que iría a ver a Matías y entregarle su regalo de cumpleaños, atravesamos un largo living y llegamos a lo que parecía ser su habitación. Al entrar Matías recibió a su mamá muy felizmente.
- ¡Ma! ¿Me compraste un regalo? porque… ¿es para mí eso que tenés ahí no?
- Si, Matías, es para vos, un obsequio para que no digas que no te regalamos nada.
   En ese momento pude notar el tono frío de la voz de Sandra, parecía que no quería estar ahí, con su hijo.
   Mati rompió el papel con mucha ansiedad y cuando nos vimos nos dimos cuenta que seríamos inseparables.
- Te voy a llamar PIC, dijo Matías , mirándome. Luego  abrazó a su mamá muy contento. Ella se mostró indiferente y Matías  le propuso pasar un rato juntos, divirtiéndonos, a lo que ella respondió:
Matías tengo un llamado muy importante que hacer, es de la empresa y la verdad que ahora no puedo jugar con ustedes
Siempre pones al trabajo antes que yo, siempre pensando en eso, se nota que no me querés – dijo Mati a punto de llorar
     - Trabajo para darte lo mejor, quiero que tengas todo en esta vida si es posible y no tengas que pasar por lo que yo pasé.- respondió su madre
Pero yo quiero poder estar con vos, un rato aunque sea, sin pensar en el trabajo.- agregó tristemente.
   Ante esta propuesta, su mamá le prometió organizar un horario para pasar más tiempo juntos y sellaron el pacto con la condición de pasar un fin de semana todos juntos en su casa de Punta del Este. Mati pensó que era la oportunidad perfecta para probarme y poder registrar todo lo que hiciéramos.
    El gran día llegó, Matías revisó todo por última vez verificando que no se olvidaba nada, que llevaba todo lo necesario para pasar el mejor fin de semana de su vida.Luego de un largo viaje, finalmente estábamos en Punta del Este, ver la playa me emocionó, muchos recuerdos quedarían guardados en mí…
    Con Mati decidimos ir a dar una vuelta, mientras que Sandra y su novio Guillermo se quedaban desempacando. Fuimos a la orilla del mar, nunca había visto nada tan hermoso, Mati aprovechó para utilizarme, ese momento quedó retratado, era perfecto, pensé que él se sentía igual cuando noté que estaba algo triste, por lo que empezó a contarme que pasaba…
PIC, estoy tan feliz que llegaste a mi vida, ahora tengo alguien en quien confiar, mi familia no es la mejor, mi mamá vive peleando con su novio y de mí nadie se ocupa, pero llegaste vos y sé que no me vas a abandonar.
Para demostrarle a Mati que eso nunca iba a pasar, que siempre estaría con él hicimos otra toma, esta quedo incluso mejor que la anterior, dos amigos en la playa…
    A lo lejos escuchamos un grito, era Sandra, que ya quería que regresáramos, volvimos muy alegres, pero la felicidad duró poco.
    Lo último que recuerdo es que me encerraron en una caja y escuché el llanto de Matías y los gritos de Sandra, no entendí muy bien por qué había hecho eso, y por lo tanto yo también me puse a llorar, así me dormí y no supe nada más hasta el próximo día.
    Vi un rayo de sol asomarse por la tapa de la caja, y vi un rostro conocido, era Mati, que había encontrado la llave que cerraba la caja mientras su mamá dormía, decidimos salir a dar un paseo así me podía contar porqué me habían encerrado.
PIC mamá se enfureció porque dijo que este viaje lo habíamos hecho para pasar tiempo juntos y que lo único que había hecho yo era estar con vos, pero yo le explique que sos mi mejor amiga que en vos confío en nadie más, no lo entendió y entonces vi donde guardo la llave de la caja y acá estamos ahora…
   Era lo más lindo que alguien había hecho por mi, ese si era un verdadero amigo y yo no pretendo separarme de él nunca más.
  Volvimos a la casa y Sandra ya se había enterado de nuestra travesura, en sus ojos se podía notar la furia, pero antes de que me encerraran otra vez, Guillermo notó la fuerte amistad que nos unía y decidió ayudarnos…
Sandra, fijate que felices que están, tu hijo siempre esta triste porque no tiene a nadie, ahora que le compramos una amiga ¿se la vas a quitar?  Sería muy injusto e innecesario.
   Reinó el silencio en esa sala de estar, fue el momento más incómodo de nuestras vidas, pero luego de un tiempo Sandra recapacitó y decidió que podíamos seguir siendo amigos y que no me encerrarían más… de a poco esta familia me fue aceptando tal y como soy y yo los acepto a ellos, por lo que decidimos retratar ese momento para que quedara en nuestras mentes por siempre.
    Así fue pasando el tiempo, Matías se hacia más grande, pero nuestra amistad seguía intacta, había habido peleas, enojos, me dejó abandonada un tiempo cuando encontró a su primer amor, y cuando le rompieron el corazón, lo ayude a recuperarse.
    Hace ya quince años que no vivimos más en la hermosa mansión a la que entré por primera vez, vivimos en un departamento en Puerto Madero, nos mudamos para que Mati tuviera su espacio, fue a la facultad y se recibió de Cirujano…
   Su graduación fue otro momento emotivo que tuve el placer de retratar y tres años después decidió casarse con una hermosa chica que conoció en su universidad, Paula, médica también.
   Hace unos años fue el cumpleaños de Tincho, Martín el hijo de Mati, cumplió ocho años, la misma edad en la que sus abuelos decidieron comprarme para hacer feliz a su hijo, retraté todo ese cumpleaños, cuando Mati me tomó en brazos, me llevó hasta Tincho y le dijo:
- Hijo, hoy te voy a entregar uno de mis mas preciados tesoros, por no decir el más preciado de todos, me acompañó en todo momento e incluso cuando yo la abandoné, ella siguió ahí, apoyándome y brindándome todo su amor, por eso quiero que vos la conserves, que sepas cuidarla, porque ella va a ser tu mejor amiga y que cada vez que la veas me recuerdes.
   Tincho me recibió con los brazos abiertos y desde entonces seguí siendo parte de la familia Straw, por siempre y para siempre.
   Hoy es el cumpleaños de Matías, ya cumple noventa años, sus hijos y nietos lo están acompañando y yo estoy presente como siempre, retratando todo.
Matías nos junto a todos al lado de la chimenea dispuesto a contarnos una historia, la historia de cómo conoció a su mejor amiga, PIC, su primer y única cámara de fotos.


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