Camila era una niña en silla de
ruedas a la que le encantaba la música. Desde pequeña, escuchaba un montón de bandas de música,
rock, jazz, pop, etc.A Camila le gustaba tanto la música que siempre decía:
-Algún día tendré mi propia banda
de rock.
En la escuela, las niñas
preferían hacer otras cosas, como saltar la cuerda. Las amigas le pedían que
jugara con ellas, pero era muy difícil, porque no podía saltar. Así que siempre
se quedaba en un rincón, escuchando música.
Había algunas niñas que se metían
con ellas y le decías cosas muy feas.Camila se ponía muy triste cuando aquellas
niñas se reían de su discapacidad motriz, pero siempre se ponía música, y eso
la alegraba tanto que olvidaba las cosas feas que le decían.
Un día, Camila tuvo una idea y se
la comentó a sus mejores amigos:
-¡Quiero tener mi propia banda de
rock! ¿Quieren formarla conmigo?- les preguntó.
-Pero Camila, nosotros no sabemos
tocar ningún instrumento- le contestaron.
Camila sabía que tenía un don especial y les prometió que
conseguiría enseñarles a tocar instrumentos y a hacer las mejores canciones del
mundo. Sus amigos la vieron tan entusiasmada que decidieron confiar en ella.
Además, como para ella era tan complicado jugar a cualquier juego (y no jugaba
nunca) esta era una buena manera de hacer cosas juntos.
La niña y sus amigas estaban
super contentas con su banda de rock. De a poco, fueron ensayando y aprendiendo
a tocar canciones divertidísimas. Pero un día, aquellas niñas malas se
enteraron de lo que Camila y sus amigos estaban planeando.
-¡Ja,ja,ja! ¿Vas a tocar en una
banda de rock? ¡Eso es imposible! ¡Camila es inválida! - se burlaban.
Pero Camila no les hizo caso y
siguió peleando por su sueño. Hasta que un día, después de muchos ensayos con
sus amigos, decidieron hacer un concierto en el patio de la escuela. Camila
estaba muy nerviosa, pero allí estaban su familia, y también sus amigas dándole
todo el apoyo.
-¡Vamos, Camila! ¡Demostrá lo que
sabes hacer! - la animaban.
Camila y sus amigos comenzaron a tocar y todos comenzaron a
bailar. ¡Lo pasaron genial! Fue un concierto divertido. Al fin todos
aplaudieron un montón. Incluso las niñas malas, quienes se dieron cuenta de que
Camila, a pesar de tener una discapacidad, tenía un don mágico para la música.
Camila dio así una lección a todo el mundo, y les enseñó
que, a pesar de las limitaciones, es posible hacer grandes cosas si se pone el
empeño necesario.
Después de unos días le llegó una
carta invitándola a hacer un concierto en la plaza más grande de la ciudad.
Había más de mil personas. Subió al escenario y, de repente, un cantante le
cortó los cables para que no pudiera cantar, y le tiró un tarro con pintura
encima. Todo por celos, maldad. Camila se sintió tan mal que pidió que la
sacaran rápido de ahí. Entonces dejó su sueño. Y por cinco meses no cantó más.
Hasta que apareció su mejor amiga y le dijo: ”No bajes los brazos. ¡Vos podés!
Siempre voy a estar con vos. Date una oportunidad. ¡No arruines tu sueño! Entonces
Camila llamó a su tío Miguel, que era su representante, y empezaron a hacer
conciertos en todos los eventos y ciudades. Un día quiso cantar en el teatro
Luna Park. Vendió un montón de entradas. Llenó el Luna Park, y hasta quedó
gente afuera.Con el tiempo grabó muchos discos. Hasta la contrataron para tocar
en el Madison.
Así
Camila siguió viviendo su sueño.
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