jueves, 12 de noviembre de 2020

Menciones de honor Contate un Cuento XIII CATEGORIA B: jóvenes de 14 y 15 años

 

Plimton entre lo complejo y lo real

Génesis Alexandra Mansanilla Linares

Trujillo -Venezuela

 

En un universo infinito cualquier cosa da problemas, pero esta vez son los números quienes lo tienen.

Así comienza nuestra historia en el planeta Plimpton, un mundo mágico y maravilloso donde vivían los números reales y sus familiares, preocupados por no hallar la solución a uno de los tantos ejercicios del legendario italiano Ruffini, de tal manera que debatían las mil formas para resolverlo y como ninguna daba resultado; los enteros se cansaron de tantas pruebas y se levantaron de sus asientos diciendo:

-Es evidente que la solución no la tenemos nosotros, debemos buscar a otra clase de números para que juntos encontremos la respuesta a semejante problema matemático.

-¿Pero a quién podemos recurrir? –preguntaron con preocupación los irracionales que se oponían a dividir a todo el mundo-.

-¡Llamemos a los eruditos, me refiero a los complejos! –Respondieron los naturales, que eran muy elementales.

Estando de acuerdo todos los presentes fueron solicitados en el planeta Plimpton, los famosos por su sapiencia, los Complejos.

El tiempo junto con sus caprichosos minutos y segundos iban pasando, de pronto, llegaron en una elegante vonal el conjunto de los irracionales, quienes miraron a su alrededor esperando ser recibidos. Los reales quienes pensaban que eran los reyes de universo contaron todo lo que estaba sucediendo, la cantidad de raíces que habían pensado y su intento infructuoso.

La casta italiana se hizo presente llegando los hijos de Bombelli los imaginarios, muy cultos estudiaron dicho ejercicio en menos de cinco minutos, concluyendo que para finalizarlo era necesario su presencia, abriéndose paso entre la multitud, fueron desfilando distintos tipos de cifras quienes incluyéndose en el ejercicio pudieron terminarlo correctamente.

Asombrados los enteros que muchas ocasiones fueron negativos a buscar la solución, ahora estaban algo optimistas y positivos por la aclaratoria expuesta por los sabios complejos, al partir ellos se despidieron agregando:

-Algunos ejercicios requieren cifras más extraordinarias y de mayor rango.

En ese instante abandonaron el lugar dejando absortos al conjunto de los reales, que desde hacía muchos años tenían asperezas con los imaginarios, debido a su petulante actitud. Sin embargo, los racionales saltaban de alegría por la forma tan fácil de solventar la situación, propusieron a los demás la idea que los dos grandes conjuntos de la Matemática vivieran todos en Plimpton ayudándose mutuamente, pensamiento que no agradó a la presumida Simbología, quien molesta exclamó:

-¡Es absurdo! ¿Cómo se puede vivir con dígitos tan vanidosos? ¡Sólo a ustedes se les ocurre!

-Pero, no es la primera vez que ellos nos ayudan, debemos retribuirles el favor, seríamos un gran equipo –suplicaron los racionales.

-¡No estamos de acuerdo! –Gritaron con desenfreno el resto de los números-.

-Vendrán muchas dificultades –aseguraron preocupados los Naturales.

Tiempo después en su alta esfera los números complejos irónicamente exclamaron:

-Tan inteligentes, de sirvientes serán buenos los racionales.

-A ver con que saldrán estos rechazados, no pueden ser comparados con nosotros, pues nuestras operaciones son eficientes y rápidas.

Al escuchar tal cuestionamiento los racionales se ofendieron decidiendo volver a su grupo de donde nunca tuvieron que salir, una vez organizados las operaciones fueron fáciles, en ese momento…

-¡Victoria! ¿Por qué duermes en clase? –Llamó la atención el profesor de Matemática-.

-Disculpe profe, es que ya tengo la solución del ejercicio y la explicación al problema de los números, es algo complejo y real.

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