Algo hay
que me permite
amar sin esperanza,
Sonreír
sin rencores
al dueño de la herida
y ser rama
agitada
que besa en los labios
al viento que me arranca cada hoja
algo hay tan sencillo
que pocos lo comprenden
en la entrega del río
cuando cae en cascada
el fluir de miríadas
de partículas niñas
que se abrazan y juegan y sonríen y aman
algo hay
que no entiende
de silencios helados,
algo,
hierro candente
que perfora el letargo
en que mueren muñecas
con el alma de trapo
que se pintan los ojos
follan
ríen
y luchan
por un hueco en el pozo
y un pedazo de tumba
algo hay
en la tierra,
en su húmedo vientre,
en la matriz podrida que abona este espanto,
algo en la espina afilada de mis huesos
algo
cierto
ancestral
esencia de lo humano
y también está el miedo
a nombrarlo
y matarlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario