jueves, 4 de julio de 2013

Página en homenaje al Bicentenario de nuestra Nación

Este Bicentenario nos encuentra con emociones encontradas. De todas formas lo evocaremos recordando las poesías que circulaban en los libros de texto hasta 1960
Es interesante contrastar el patriotismo que en aquel tiempo se quería inculcar a la juventud con el que hoy tenemos (y ¿padecemos?).
Nunca habrá en la historia un bicentenario tan pobre, tan falto de patriotismo y del espíritu de mayo y a su vez, lleno de decorados como el nuestro.
No culpemos el motivo que se va a celebrar, sino por lo que se viene celebrando desde hace tiempo y cuyo resultado es lo que vemos hoy: nuestras insignias patrias poco menos que se usan para eventos deportivos; nuestras canciones se rezan más que se cantan (¡No vayan a confundir al que canta con un argentino!) y la visión de nuestra tierra pasa por el tamiz de la enorme colonización cultural y espiritual a la que se ve expuesta gratuitamente la sociedad de hoy en día, gracias en grandísima parte a la clases  políticas que desfilaron hasta hoy.
A diferencia (¡y enorme!) de los ideales de los hombres de mayo: generosos, valientes, desprendidos; con sus errores y defectos, pero convencidos de un destino común; se contraponen los políticos, cuya ración de patriotismo está reducida a sus intereses y proyectos personales: conservar sus bancas, su posición, su sueldo y sus privilegios.
Nunca hubo tanto contraste entre el ayer y el hoy; contraste percibido y aprendido por toda la sociedad  que en general, lejos de repudiar tal posición, la ha tomado como suya y trasmitida a las demás generaciones.
Gracias a esta históricamente mediocre clase política, el ideal patriótico de mayo que pasó del pueblo a las manos de los próceres y hombres de estado que amaban a la patria, hoy pasa nuevamente al pueblo. Ya la patria no está en las instituciones, sean éstas políticas, religiosas, militares, educativas, etc. La patria, aunque no lo sepamos, ahora está en nuestras manos. Hoy el pueblo tiene en sus manos, sin saberlo, todo ese patriotismo y argentinidad al que han renunciado los que nos gobiernan.
Otra generación le mostrará a nuestro pueblo el inmenso tesoro que tiene. Y habrá nuevamente otro 25 de mayo, otra revolución y quizás, otra Argentina. Por supuesto no ésta, que es la que nos ha legado la corrupción oficial.

Por último, disculpen si los textos parecen demasiado “nacionalistas” o “fuera de época” pero, ¿cuándo el amor a la Patria y el sano nacionalismo pasó de época?


A mi Bandera
Juan Chassaing

Página eterna de argentina gloria,

melancólica imagen de la patria,
núcleo de inmenso amor desconocido
que en pos de ti me arrastras:
Bajo que cielo flameará tu paño
que no te siga sin cesar mi planta!

Cuando el rugido del cañón anuncia
el día de la gloria en la batalla,
tú, como el ángel de la inmensa muerte,
te agitas y nos llamas!
Allá voy, allá voy sobre las olas;
allá voy, allá voy sobre las pampas,
bajo el cañón del enemigo injusto
a levantarte un trono en su muralla!
Ah, que la sombra de la noche eterna
me nuble para siempre la mirada,
si un día triste te verán mis ojos
huyendo en la batalla!...

Página eterna de argentina gloria,
melancólica imagen de la patria!.

Ofrenda a la patria   
Carlos Octavio Bunge

Por Dios y por mi sangre
te hago ofrenda de mi vida:
Lo que soy y lo que tengo
te lo debo, Patria mía.
Lo que canto y lo que sueño
todo es cáliz de mi vida
ante el ara de tus héroes
te lo brindo, Patria mía.
No me arredan los embates
de la lucha por la vida,
porque sé que la victoria
siempre es tuya , Patria mía.
Y si pierdo en la batalla
los alientos de mi vida,
clamará mi último grito:
Vive y triunfa, Patria mía.
Lo que soy y lo que tengo
te lo debo, Patria mía:
De mi vida te hice ofrenda
¡Usa Patria, de mi vida!
 


Patria
Leopoldo Diaz

Patria es la tierra donde se ha sufrido,
Patria es la tierra donde se ha soñado,
Patria es la tierra donde se ha luchado,
Patria es la tierra donde se ha vencido.

Patria es la selva, es el oscuro nido,
La cruz del cementerio abandonado,
La voz de los clarines, que ha rasgado
Con su flecha de bronce nuestro oído.

Patria es la errante barca del marino,
Que en el enorme piélago sonoro
Deja una blanca estela en el camino.

Y Patria es el airón de la bandera
Que ciñe con relámpagos de oro
El sol, como una virgen cabellera.


La bandera
De “Poemas de carne y hueso”, Francisco Luis Bernárdez

“Éste es el sol y éste es el cielo que en la bandera victoriosa nos hermana
Éste es el sol que une los cuerpos y éste es el cielo cuyo amor une las almas.
Ambos están sobre nosotros para mostrarnos el camino que no engaña.
Y levantarnos de la tierra con la energía de las cosas sobre humanas.
Su luz nos junta en el recuerdo y al mismo tiempo nos congrega en la esperanza.
Mientras su fuego nos domine seremos libres como el vuelo de sus llamas.
Si alguna vez nos dividimos, quiera el Señor que levantemos la mirada.
Y contemplemos en el cielo celeste y blanco la bandera de la patria.
En su virtud encontraremos aquella fuerza que una vez nos hizo falta.
Y volveremos a estar juntos como los hijos bajo el techo de la casa.
...
Esta bandera es la bandera que nos congrega en un solar y en una historia.
Esta es el alma de la patria: su voluntad, su entendimiento y su memoria.
Si algo valemos es por ella, que nos agranda con su fuerza generosa.
Y que, después de agigantarnos, nos da el ejemplo soberano de sus obras.
El elemento en que palpita ya no es el aire, sino el viento de la gloria.
Y el resplandor que la ilumina ya no es el aire, sino el viento de la gloria.
Y el resplandor que la ilumina ya no es el sol, sino del Ser que hizo las cosas.
Su luz del cielo nos alumbra, su sombra de árbol nos ampara y nos convoca.
Mientras vivamos en la tierra, seamos dignos de su luz y de su sombra.
Quisiera el Señor que la sigamos cuando nos llame como ayer a la victoria.
Y, si la muerte no nos deja, que por nosotros nuestros hijos le respondan.”



¡Gloria a la Patria!
Luis J. Giménez

¡Gloria a la Patria! dice en el cielo
la blanca nube;
¡gloria! repiten los roncos mares,
¡Gloria a la Patria!
  
Allá en el campo la blanda espiga,
sobre esmeraldas,
dice a las flores del firmamento:
¡Gloria a la Patria!

Industria y Arte, Progreso y Ciencia
doquiera cantan
Himno estruendoso que dice al mundo
¡Gloria a la Patria!

Que en las escuelas y en los talleres,
en los palacios y en las cabañas,
la voz del pueblo proclame siempre:
¡Gloria a la Patria!


Mi bandera     
Jorge A. Boero

¡Qué hermosa es mi bandera
bandera idolatrada
que ostenta los colores
del cielo: azul y blanca.

De libertad y gloria
inmarcesible página;
¡Oh, lábaro bendito
emblema de la Patria!

Los pueblos oprimidos
del Ecuador al Plata,
tu paso saludaron
con vítores y palmas.

Doquier los argentinos
su enseña desplegaban,
¡huían los tiranos!
¡la libertad triunfaba!

Si un día combatiendo
sucumbo en la batalla,
¡Dios quiera que tu paño
me sirva de mortaja!
¡Qué muerte tan gloriosa,
luchando por la patria!
¡Caer en tu defensa,
bandera idolatrada!


Mariano Moreno 
Concepción de Prat Gay de Constenla

¡Espíritu de Mayo!... ¡Joven! ¡Bravo!
Arraigó su ideal como los robles
y, más que viento arrollador, Moreno
fue el agua inquieta fecundando el suelo.

Lo creyeron rebelde y era justo;
ansiaba libertas y tuvo, fuerte
su gesto fiero, su actitud valiente,
su voz, un rayo que rasgó la noche.

Verbo y acción en él se confundían,
y fue en el templo de su afán sagrado,
lámpara votiva de la patria
cuya luz extinguióse sobre el mar.


¡25 de mayo!  
Martín Coronado

Hijos de Mayo somos.
Saludemos con él nuestro evangelio;
Mayo es una grandeza inmaculada,
Gloria sin ambición, gloria del pueblo.
La libertad fue siempre,
en todas partes, explosión de incendio,
algo como el volcán cuando se desgarra
de la montaña el inflamado seno,
y su paso a través de las edades
con roja luz ha iluminado el cielo.
Sólo en el Plata tuvo
del sol que nace el esplendor sereno,
sólo en el Plata derribó el pasado
con la tranquila majestad el tiempo,
Mayo surgió en la historia
y abrió a la luz los horizontes nuevos,
como el caudal de fecundos ríos
cuando desbordan sobre el cauce estrecho.
Saludemos a Mayo
que es de la libertad gloria y ejemplo,
sin olvidar jamás que a nuestros padres
para ser libres, les bastó quererlo.


A la Patria
 Estanislao del Campo

¡República Argentina! ¡Patria amada!
Tu espléndida corona, matizada
de gayas flores, las naciones ven:
la cariñosa mano de tus bardos
puso rosas, jazmines, violas y nardos,
entre los verdes lauros de tu sien.

Yo no vengo a mezclar con esas flores
de olímpicos perfumes y colores
las silvestres y humildes que aquí ves.
Vengo, Patria gloriosa, solamente
a doblar la rodilla, reverente,
y a deshojar las mías a tus pies.

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