sábado, 29 de junio de 2013

CONTATE UN CUENTO III - Ganador de Categoría B - Gabriel Cerono

 El despertar
Alumno de 3º de ESB Nº7


La tranquilidad reinaba, esa noche en particular, estaba solo en mi casa, mis padres no se encontraban porque tenían un cumpleaños de un amigo, y yo como al otro día, lamentablemente, tenía que dirigirme por la mañana hacia la escuela, no pude asistir.
Luego de cenar, preparé los libros y las carpetas, seguido de esto fui a mi habitación a dormir, cuando estaba cerca de caer en un sueño profundo,  sentí unos golpes en el techo. Deben ser los gatos del vecino, pensé, ya que a menudo se los podía observar deambulando por los techos en la noche. Unos minutos después sentí un fuerte ruido proveniente del patio trasero de mi casa. La situación se tornaba cada vez más extraña, poco a poco el temor fue recorriendo todo cuerpo y un escalofrío me abrazaba por la espalda. Repentinamente, sentí un golpe contra la ventana del living y el crujir del vidrio al romperse.
Rápidamente me levanté de la cama y fui apresuradamente al living, al llegar, quedé paralizado del miedo, un hombre alto y corpulento estaba ingresando a la habitación por la abertura del vidrio. Seguido de esto salí corriendo a toda velocidad hacia mi cuarto, pero al girar en el pasillo, mi pie golpeó accidentalmente contra la pared y caí bruscamente contra el suelo.
Mientras trataba de incorporarme,  miré hacia atrás y observé hipnotizado al hombre, detrás de mí, la sombra ocultaba su cara y alcancé a ver un hacha que tenía en su mano. Al darme cuenta del peligro me arrastré unos 2 metros. Al llegar a la habitación me levanté con ayuda de una silla  que estaba ubicada justo a la derecha del televisor.
Al sostener la puerta con mi mano izquierda, quise introducir la llave en la cerradura para poder cerrar la puerta, pero gracias a los nervios que se apoderaban de mi cuerpo, se me cayó de la mano. Me agaché velozmente y volví a tomar la llave, pero cuando me levanté, vi como el picaporte se movía lentamente hacia abajo.
Con fuerzas, cerré la puerta de nuevo y giré la llave. Seguido de esto, largué un largo suspiro, mientras  con la mano quitaba el sudor de la frente. Cuando buscaba el celular para pedir ayuda, me di cuenta que antes de acostarme lo había dejado sobre la mesa. Mientras maldecía la situación, sentí un fuerte estruendo proveniente de la puerta, desvíe mi atención y me petrifiqué. El..., el estaba golpeando la puerta!.
Luego de varios golpes, vi la madera quebrarse, y una hacha que sobresalía por la puerta.  Pasó su mano por el hoyo que estaba en la puerta, dio vuelta el picaporte y entró rápidamente a la habitación.
Tratando de huir de mi fatal destino, me acurruqué en una esquina de mi cuarto, esperando que con cada paso se acercara cada vez  más y más cerca.  Al llegar a mi lado , me observó fríamente y alzó sagazmente su hacha sobre mi cabeza, cerré los ojos y grité con todas mis fuerzas.¡¡NOOOOOOOOooooo!!!
 Como no ocurrió nada, volví a abrir los ojos, estaba en la cama con la cara sudada y el corazón latiendo a mil, el despertador sonaba  con una tonada que parecía una tortura, al verlo me di cuenta que eran las  6 A. M. y tenía que levantarme para ir al colegio.  Con una muesca de disgusto me levanté, pero caí al suelo simultáneamente, tomé la silla que estaba corrida de lugar y traté de incorporarme ya que tenía un dolor muy agudo en mi pie y lo tenía algo lastimado.  No le di mucha importancia a mi lesión, tomé una aspirina para calmar el dolor y preparé todo para salir. Mi amigo me pasó a buscar puntualmente como siempre y nos  fuimos  en un taxi.

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