Cuando te vayas, volverá el arroyo a ser arroyo,
y la sierra dormirá bajo un largo cielo.
El camino volverá a su aridez sin pausa,
y todo será igual y seguirá siéndolo.
El día y la noche serán tan sólo horas,
y las aguas correrán sin más secretos.
El paisaje volverá a ser el mismo,
y todo será igual y seguirá siéndolo.
Seguirán colmándose de polvo los caminos,
y los pájaros trazarán un simple vuelo.
Secos, sin luz, se volverán los bosques,
y todo será igual y seguirá siéndolo.
¿Quien se detendrá junto a los campos
a dibujar con furia el paso del silencio?
Los hombres pasarán borrando huellas,
y todo será igual y seguirá siéndolo.
Grandes señores, magos, reyes y princesas,
o repetido pueblo:
Su mundo volverá a ser previsible, y nada
espantará sus sueños.
Todo el arte se repetirá hasta el cansancio
y hombres y animales seguirán viviendo.
La tierra con su uniforme y tonta marcha,
y su reloj perverso
buscará olvidar todo aquel pasado.
Y todo será igual y seguirá siéndolo.
Amor mío, aunque todos
de ti se olviden, yo no podré hacerlo:
En una tierra lejana, cuyo nombre
está más allá de la razón y el sueño,
en el sereno altar de mi memoria
conmigo estás en un lugar sin tiempo.
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