miércoles, 19 de octubre de 2022

CONCURSO LITERARIO NARRATIVO “CONTATE UN CUENTO XV” Declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación de la Nación res 1275/se

 

 

Ganador Categoría B

“Ciberpunk” 

de Diego Pola Rodrigo Colegio IES Rio Arba de Tauste, Zaragoza, España

Dima abre los ojos y sigue en su apartamento de 20 metros cuadrados en sincronización con los otros mil estudios idénticos al suyo. La vida en el edificio “D 139” cuenta con su propio ecosistema. La luz de neón salpica el cuarto cegándole, algo que acepta de buen grado para poder descontar una miseria a su alquiler, por ello, es bombardeado de forma masiva con publicidad variada e indiscriminada. Al principio sintió un taladro perforando su cráneo y abriéndose paso hasta su pensamiento, como si su materia blanca se impregnase con los colores provocando una explosión de sonido sordo en su cabeza. Eso era antes, ahora ha aprendido a ignorarlo y no logra distinguirlo de la cacofonía de la ciudad.

Esforzándose por concentrarse, por fin logra llegar a su espejo metálico lleno de cables, con una pantalla 4k a tiempo real que no podía ser un simple trozo de cristal, sino un potente chisme que despeja al más adormilado tal y como se recalca por enésima vez a diario.

Llega  a la “cocina”, una máquina expendedora que posee menús de lujo a precios estratosféricos. Al final de mes debe pagar por la estancia, la comida, la electricidad y el agua, todo ello con intereses inflados hasta el hartazgo.

Sale al garaje en busca de su vehículo obsoleto de tercera mano y modificado para que con suerte le aguante un día más.  Domados con cariño los 1000 caballos se dirige a su trabajo, el cual no es agradable, pero en él se destaca por ser el mejor en su campo.

Habitualmente encuentra a un mendigo delirante, lleno de prótesis que mantiene un diálogo con él mismo filosófico, reflexionando sobre el momento en que el fututo se torció, cuando desapareció la moral, cuando el barco dejó la originalidad de lado para ser otro distinto, de forma que inevitablemente surge el debate acerca de cuándo el ser humano pierde la humanidad ante tanto metal por su cuerpo. Cómo seguir siendo tú cuando posees más cromo que carne, cómo afecta el carbono modificado a tu cualidad de hombre o cómo al insertar un implante necesario para reparar tu ceguera, para recuperar un brazo, o por cualquier otra razón, te hace perder la originalidad. Todo ello lo acerca unos minutos a imaginar otros mundos con otras características, para traerle de nuevo a su realidad. Dona algo al mendigo, lo justo para que le alcance para una comida caliente y prosigue sin más distracciones hasta que un dolor punzante y ardiente lo obliga a detenerse.

Lo último que recuerda es la nada, un apagón oscuro sin ruido, sin gente, sin vida. Ahora está en una camilla y una voz le dice: “Te pondrás bien”, y de nuevo el vacío. 

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