Camino de su casa, en un mercado
oyó de Cristo hablar por vez primera.
Aquel predicador dijo que era
el Dios no conocido y tan buscado.
Aceptó la verdad. Fue bautizado
y al punto regresó por el camino.
Jamás llegó a su hogar. Fue su destino
morir en algún pueblo ya olvidado.
No pudo predicar la Buena Nueva:
Su cuerpo se pudrió junto al camino,
y sólo por Jesús es recordado.
Por gracia salvo fue. Todo hombre lleva
junto a su pecado el perdón divino:
y sólo por la fe es justificado.
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