Baja, copioso, serpentea,
sin métrica, desorillado.
El chorrillo esparce su pureza
niega la alquimia
del desespero
fecunda, resiste, avanza…
copula la tierra
Germinando esperanzas.
El chorrillo ondula
pasea, resurge…
se niega a llenar jofainas
de oportunos Pilatos,
prefiere llenar tinajas
para ser vino bueno
como en Caná de Galilea,
se resiste a correr por correr
prefiere detenerse
a mirar la vida
a compartir
con los vagabundos
el silencio de su hambre
y la escasez
de un vino de oferta,
con los que celebran
en sus orillas
aunque lo sometan
a la penuria
de enfriar botellas.
Ama la cosquilla
de algún inquieto salmón
o la mosca furtiva
de un niño acampante.
Se resiste a ser
cinta transportadora
de bolsas de residuos
o residuos sin bolsas,
aspira a ser honrado
en su misión de paz
y de pan
El chorrillo gira un vado
uniendo orillas
abrazando la tierra
besando su lecho
donando melodías
de su trova monocorde.
Baja, corre, ondula,
trae el llanto de la nieve
y porta en su cuenca
la sonrisa de Dios
y la bendición
de su ofrenda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario