sábado, 22 de junio de 2013

Insomnio - Por Ezequiel Feito

Un sencillo fuego va consumiéndome los huesos;
un fuego hecho de luna, de ansiedades, de recuerdos,
que ardiendo suavemente en mis ojos y en mi pecho
aleja a mi mente de las costas fertiles del sueno.
!Oh, insomnio de los ojos, de lo ojos mas abiertos
que recuerdan vagamente a los ojos de los muertos
confundidos en la sombra, ocultos tras el velo
complice de una luna detenida en las ventanas
mientras yo, como un fantasma, entro y salgo de mi cuerpo
para seguir el rostro de un pensamiento errante
sugerido por la sombra, la muerte y el silencio!
Ese silencio de plata; esa plata, ese fuego
que regresa nuevamente hacia mi pecho
a quitar una tristeza indefinida...
!Ay, el sueno!
!Cuanto tarda en venir a rescatarme
y librarme por fin de este tormento!
!Ay, las horas!
!Las horas mas tristes que me recuerdan
lo solos que se quedan los vivos con los muertos!


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