-Ante la poesía, tanto da temblar como comprender.
-Aunque una jaula sea del tamaño del espacio, siempre será una jaula.
-El genio es una larga paciencia y una súbita impaciencia.
-El hombre se conforma a veces con ponerle un rótulo a sus aspiraciones, ya que no puede realizarlas.
-El papel carbónico es la sombra hecha pliegues y puesta a la venta.
-La adulación, como el engrudo, siempre chorrea.
-Nada más certero que una bala perdida.
-Parece mentira que sean los mismos hombres los que han inventado los diminutivos y la pena de muerte.
-Toda la habilidad de un beso, más que en llegar a unos labios, estriba en saber retirarse de ellos.
-Dadme un punto de apoyo y me echaré a dormir.
-Estar un poco mal, un poco enfermo, me es más llevadero que estar demasiado bien.
-¿Qué poema mío me gusta más? Ese que llevo a medias en la memoria y el bolsillo.
-Quiero ser poeta entre los hombres, no entre los ángeles.
-Tengo que seguir escribiendo: hay que justificar la infancia.
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