Cuando otros callan
Y esquivan la mirada,
Cuando quieren ocultar
Sus conciencias intranquilas
Con sonrisas monótonas y vanas,
Cuando otros caminan por las calles
Con gesto hosco y van de prisa;
Yo voy camino a un campo
Sembrado de nuevas esperanzas,
Hacia la mañana que empieza a germinar.
¿Y quién soy? Que gozo el privilegio
de hundir las manos en la tierra,
hurgar en su pecho,
tocar su corazón y adivinar su canto,
para dejarlo luego
en las manos de los labios,
en los ojos inocentes que se abren a la vida,
que buscan su sendero?
¿Quién soy? Que soy dueño de
ese hermoso privilegio?
No puede ser posible
Que aún no lo hayan adivinado.
Yo soy el artesano
Que forja el barro de la vida,
Soy el orfebre que rompe su alma de barro,
Para dejarla repartida
En las mentes y en los brazos
De los que son ahora los que serán mañana.
Esa es mi vida cada día,
Buscar con la sonrisa reflejos de sonrisas,
Buscar con la ternura la ternura,
Buscar con la paciencia la respuesta,
Y darle forma poco a poco a nuevos pensamientos
De horizontes abiertos a la espera.
Para luego volver a casa
Con la satisfacción suprema,
Con el alma revivida,
Con la alegría inmensa de la misión cumplida,
Que nadie puede arrebatarme,
Ni el odio, ni la corrupción, ni la mentira,
Ni la amargura, ni la envidia.
Soy sembrador, navegante, artesano y obrero...
¿Aún no lo saben?
¿No han visto en mis ojos el alma que se escapa.
Que grita con el viento?
Soy poseedor del más hermoso privilegio.
¿Saben quien soy?... ¡Soy maestro!
Ahora y siempre, alzo la voz,
Para decir con el orgullo más auténtico,
Delante de ustedes y el mundo entero:
¡Soy maestro! ¡Soy maestro!
¡Mi corazón de maestros!
Forjador de almas y conciencias,
Orfebre del pensamiento,
De fracasos y de éxitos,
De alegrías y tristezas,
Dejando los ojos en los libros,
Para encender la luz en la mente de los niños.
¡No soy mártir, ni apóstol!
¡Ni héroe, ni guerrillero!
Simple y sencillamente,
Repito con orgullo: ¡Soy maestro!
¿Acaso iluminar los horizontes,
modelar los pensamientos,
romper la oscuridad y el silencio
no es el más hermoso privilegio?
¿Acaso alguien puede quitarnos las mil satisfacciones,
que a pesar de injusticias, de sufrimientos y calumnias,
hemos ganado siendo maestros?
Por eso, cuando otros callan,
Cuando esconden su conciencia,
Cuando pintan sus rostros de mentiras y silencio,
Yo alzo la voz y digo con orgullo,
Con legítimo orgullo,
Porque esta es mi bandera y mi credo: ¡Soy maestro!
¡Soy maestro!
¡Por fuera, por dentro!
¡de pensamiento,
de conciencia,
de sentimientos,
de corazón, de acciones!
Le grito al mundo entero:
¡SOY MAESTRO!
¡Aquí estoy!
Por vocación, por convicción,
Por amor... ¡SOY MAESTRO!
Una excelente poesía que me aprendí hace mas 25 años y con la cual me han identificado muchos maestros que piensan y sienten lo que estas palabras derraman. Gracias Al maestro. Aurelio Osuna Jau.
ResponderEliminarFíjate que yo también la declamé hace muchos años en la Escuela Normal Superior de Celaya, Gto. soy José Luis Guerrero Alvarez, soy de Zacatecas y estoy a tus órdenes con ese nombre en facebook.
ResponderEliminarGracias José Luis! De a poco iremos subiendo más poesías sobre maestros; especialmente aquellas que encontramos en manuales antiguos de declamación, como ésta.
ResponderEliminarMe encanta, me toco escucharla en la graduación de Maestros de Español en Tepic Nayarit , en el año de 1984
ResponderEliminarhola saludos, me gustaria saber mas sobre el autor de esta poesia, si alguien conoce sobre la biografia del autor favor de compartirla gracias
ResponderEliminarDe hecho yo voy a utilizar esta poesía para concursar y necesitaba asegurarme que el autor sea mexicano y después de buscar en su facebook me encontré con su teléfono y estuve conversando con el.
EliminarTe recomiendo lo busques así en facebook y hagas tu propia investigacion.
Y ante cualquier duda si es mexicano
ME ENCANTA ESA POESÍA, LA DECLAMÉ HACE AÑOS EN SECUNDARIA, Y JAMAS LA PUDE BORRAR DE MI MENTE.SIMPLEMENTE MARAVILLOSA.
ResponderEliminar