jueves, 27 de junio de 2013

Tres Mujeres - Liliana Colavita

Sus miradas se cruzaron brevemente y por única vez, en un barrio de contradicciones y veredas angostas de la ciudad de Buenos Aires.
No lo sabían, pero habían nacido el mismo día y sus nacimientos se habían festejado juntos en un campo de la provincia. Al pie del asador, cerca de los corrales, brindaron con vino tinto por el nacimiento de la hija del patrón, la hija del veterinario y la hija del peón que estaba combatiendo en las Malvinas. Por casualidad a las tres las llamaron María.
Ninguna se quedó a vivir en el campo.
25 años después el destino las situó en el mismo lugar geográfico y en vidas muy diferentes.
María había caminado una cuadra desde el hotel donde se alojaba para retirar su auto de la cochera. Había dormido mal por el zumbido del aire acondicionado y el ruido de los autos en la avenida. La esperaba una reunión de trabajo definitoria para lograr un traslado definitivo a Buenos Aires. Según el resultado iba a ser el festejo de su cumpleaños. Estaba preocupada.
En la esquina, un grupo de gente revisaba con naturalidad y muy organizadamente las bolsas de basura.
María despertaba de un sueño pesado, hambrienta y dolorida. Se sentó en el colchón arrinconado en el portal del un viejo edificio, y acarició su panza de adelantado embarazo. Esperaba que abriera el restaurante para ver si podía ganarse unos pesos con una changa o le daban un poco de comida. No sabía que iba a comer ese día. No se acordó que era su cumpleaños. Estaba preocupada.
El grupo que revisaba la basura había empezado a tomar mate.
María bajó de un taxi y entró a la concesionaria de autos importados, tenía que elegir el modelo y color de auto que le gustara. El marido se lo había regalado para el cumpleaños. Esperaba no tardar demasiado para poder ir a comer con sus amigas. Quería el auto  para irse de vacaciones y no sabía si se lo entregarían a tiempo. Estaba preocupada.
El grupo que revisaba la basura se iba dispersando, cada uno con bolsas o  carritos de supermercado, con las cosas seleccionadas.
En el campo, el viejo puestero que había quedado en el fondo, recuerda que hoy cumplirían 25 años “Las Tres Marías”. No hay tanta oportunidad para festejar ahora: el dueño es una empresa de nombre raro, (multinacional, le dicen)  y con eso del feed lot y tanto arrendar para soja, la gente va y viene por lo que dura un contrato...


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