jueves, 27 de junio de 2013

Algo de la poesía Balcarceña. Años 70-80

Sin la pretensión de exhaustividad, recopilamos aquí algunos poemas escritos entre 1974 y 1986. Fueron publicados en dos libros: El primero llamado “Tres poetas, tres caminos” cuyo prólogo, de Herminia Tuila Gentile dice: “En este tiempo de la evolución del mundo en que no hay tiempo ni deseos de leer un poema, en que el arte lírico suele ser extraño, sentir la poesía es privilegio de pocos”  Y uno recuerda que a más de uno le debe haber gustado o molestado ese privilegio, ya que colocó dicho libro en una lista de méritos para ser recordado aún por algunos ladrillos.  
La otra fuente es un libro llamado “Encuentros… con once autores Balcarceños”, cuya introducción, hecha por Aníbal Dágata, dice: “…Las poéticas de vanguardia debieron resignarse en toda época a la incomprensión, una forma de soledad que en el arte es contradictoria por naturaleza…No hay en estas páginas pretensión de antología : falta el desarrollo temporal o la intención abarcadora. Nuestra evolución literaria no permitiría ninguna de las dos cosas. Se dan a conocer los trabajos que cada autor ha considerado como más representativo de su obra de conjunto… Si hay pretensiones mayores, una es digna de mención y por cierto muy noble:   concretar un acercamiento de todos a la poesía… acercar a las personas, hermanarlas en  la comprensión mutua, identificarlas unas con otras con las aspiraciones más puras y más profundas”
En ambas antologías, hemos seleccionado algunos autores que no es frecuente leer en las publicaciones actuales, algo así como un homenaje y un reconocimiento al mismo tiempo para aquellos que han dejado ese valioso testimonio de la condición humana, que es la poesía. 


Ha llegado un niño - Nora B. Gentile

Ella tiene un brillo distinto en la mirada.
Se oye un rumor de cuna en el hogar.
Hay un capullo tierno, adormecido,
un nuevo ser a quien amar.
Gozo inefable ante el dulcísimo milagro,
sublime placidez en la caricia maternal.
Ha terminado la larga espera
de las nueve lunas, hilandera de ensueños,
y se ha plasmado en ese hijo,
ávido de amor, mucho anhelos.
Pero no le faltará la incertidumbre.
¿Cuál será su destino? ¿Qué camino tomará al crecer?
Que sea siempre el de la buena siembra,
el de la eterna luz y el bien.
Por él, escucha Señor, un fervoroso ruego:
Prolonga su niñez. Sé su pastor.
Bendícelo hoy en el regazo tibio.
Mañana, hazlo un buen sembrador.


Del libro “Encuentros…con once poetas Balcarceños”, Año 1986


La muñeca - Susana Bauer

Niño, es hora de decirte que me has desarticulado.
Como en un juego, diabólico  y angelical a un tiempo,
yo me deshice en tus manos, como un sueño.
Desde mi rincón miro mis pedazos dispersos;
cada uno guarda de ti, algo cálido y tierno
mientras mis ojos de muñeca rota quedaron abiertos,
contemplando en su inmovilidad, absortos,
oyendo todavía sus latidos, como un eco
desde su propio torso, sin cabeza, sin miembros.
Te he amado niño, más allá de los juegos.
¿Acaso nunca sentiste que mi corazón de trapo fue más que eso?


Del libro “Encuentros…con once poetas Balcarceños” Año1986


Las violetas - Elena Del Torre de Hansen

Surgieron de pronto de la nada.
Estaban allí erguidas, temblorosas,
resistiendo el embate de la calle
helada.
Una a una me fueron saludando
y cada una recibió mi lágrima.
Venían de los años idos
trayéndome su Fe y su Esperanza.
En un momento dado no supe yo
dónde me hallaba.
Era el salón, el de la vieja casa
que se vestía de gala esa mañana.
Es el cumpleaños de la amada abuela.
La casa se viste de esplendor.
Miles y miles de violetas
nos dan su aroma y su color.
Hay cristales, risas y algazara,
toda la dicha convertida en flor.
Son tan pequeñas, dulces, perfumadas,
que es un canto, emblema del amor.

Quiero volverme, mirar a los presentes,
en aquella caldeada habitación,
y ¡oh! sorpresa, sólo me encuentro
con cierzo helado que arranca toda flor.

La visión se borra, la evocación también.
Sólo que da en la calle solitaria,
mi figura temblorosa y la presencia
tierna y dolorosa de mi ayer.

Del libro “Encuentros…con once poetas Balcarceños”, Año 1986


Retoño - Mario L. Véliz

Sedienta mi alma de inciertas emociones.
Extraviada la mirada.
Presiente penas que alimentan mis sentidos.
Es la copia fiel de un instrumento.
Es la nada.

¿Pero qué pasa si de pronto
se torna mi mente despejada
y el tropel del corazón se calma?
Veo el verdor del césped, de los árboles,
el jugar de los niños, a mi madre,
gente que trabaja, trinar de pájaros
al caer la tarde.

Y… así voy recorriendo con mirada clara,
con el latir del corazón ya acompasado,
con la sangre de mis venas silenciosa,
los verdores que encuentro a cada paso:
Los niños, mi madre, pájaros,
hombres y mujeres que trabajan.

Es la fiesta simple del humano,
el ángel del retoño.
Es el clarín de ataque
contra la confusión, la maldad y odio.

Ya está todo completo.
¿Qué más falta?
Comprensión, salud y generoso espíritu,
dinero para disfrutar
y no para tapar las faltas,
mirar y medir a todos con la misma vara,
seguir caminos que marcaron rumbos,
antepasados que ya no se recuerdan,
quitar del medio las conciencias sucias
que despiertan y fabrican guerras.

Por lo ya escrito, está plasmado un sentimiento.
¡Grito al mundo que el que escribe
es granito de arena en el desierto!
Que nació como todos y vive como muchos,
deseoso de que lo negado sea bendito.

Que cuando la felicidad llegue a la tierra
en vez de mudas bocas, sea un grito
de alegría, amor y paz.
¡Que resuene y haga temblar al infinito”

Del libro “Tres poetas, tres caminos” Año  1974


Poesía - Blanca C. de Bonafina

Eres diosa inefable.
Eres luciérnaga en la noche.
Escapas, en vuelo incomprensible
y vuelves en flor como un broche,
para impregnarte de mí, como un fantoche.
Eres todo y por todo
te apabullo, te absorbo todo el néctar.
Tienes perfume que hipnotiza,
tienes aroma envolvente que precisa
 el alma sedienta en desvarío.
Tienes todo y por todo
trato de atraparte…
Cuando creo que tengo el verso ya pulido
escapas… El néctar se convierte en hiel
y saboreando el acíbar de mi melancolía
te llamo…
Camino silenciosa, junto a ti, ¡oh poesía!


Del libro “Encuentros…con once poetas Balcarceños”, Año 1986


Niño solo - Silvia Lamoglia

Quiero juntar
un montón de brisa aromada,
quiero cortar
un pedazo de cielo de la mañana;
Quiero guardar,
la lluvia tibia de abril,
para hacer un paisaje
sólo para mí.

Del libro “Encuentros…con once poetas Balcarceños”, Año 1986


Instante - Herminia T. Gentile

Las manos enlazadas,
los ojos semiabiertos.
Blancura en los cabellos.
Quietud, soledad, silencio.
Un reloj que no marcha,
un retrato, un sillón polvoriento.
Una historia cualquiera
que ha detenido el tiempo.

Del libro “Encuentros…con once poetas Balcarceños”, Año 1986


… Y un fósforo agrandó su alma - Jorge E. Foulkes. 

Abrí el cofre.
Saqué de él
una carta,
una rosa seca,
un papel ajado.
En él se leían
dos palabras;
y este poema que dice:
(“Abrí el cofre.
Saqué de él
una carta
de promesas incumplidas;
una rosa seca
que se marchitó de lástima,
al ver un falso amor
que escribía en un papel,
dos palabras:
Te amo”)
Cerré el cofre,
y un fósforo
agrandó su llama
al quemar una carta,
una rosa seca
y un papel ajado
en el que se leían
dos palabras.
Guardé el poema,
éste.
…Y unas lágrimas.

Del libro “Tres poetas, tres caminos”. Año 1974

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