miércoles, 26 de junio de 2013

POLÍTICA Y POLÍTICOS DE ANTES Y AHORA

 (Se incluyen próceres, estadistas o políticos de antes que, por razones de público conocimiento, se han reemplazado por la “clase política” de ahora con las consecuencias del caso - consecuencias que por supuesto sufrimos nosotros-)


DE ANTES

BELGRANO

Cuando el gobierno premió a Belgrano con la suma de cuarenta mil pesos por la victoria de Salta, aquel respondió:
“Ni la virtud, ni los talentos tienen precio, ni pueden comprarse con dinero sin degradarlos”, agregando que destinaba “los expresados cuarenta mil pesos para la dotación de cuatro escuelas públicas de primeras letras”
Belgrano murió en la mayor pobreza.

SAN MARTÍN

San Martín donó la mitad de sus sueldos para contribuir a la formación del Ejército de los Andes; no aceptó ni Títulos ni honores. Lejos de su patria, vivió una ancianidad pobre y digna.

GÜEMES

Los realistas ofrecieron a Güemes una fortuna si decidía abandonar la causa patriota. Su respuesta a los emisarios encargados de hacerle tal proposición, que eran jefes del ejército enemigo, fue:  “¿Los veteranos españoles estiman en tan poco su honor, que se encargan de misiones como éstas?”

Aquellos bajaron la cabeza avergonzados.

DORREGO

Fue un hombre íntegro, enemigo de las acciones equívocas y de la adulación. Su vida está sembrada de hechos que nos ilustran sobre el valor y la hombría de este guerrero federal, que hizo honor a su patria y a sus armas.
Nunca cegaron a este bravo soldado las vanas gloriosa del poder y de la fama. Aspiraba a un sólo premio: la grandeza del país. Así lo demuestra su altiva actitud frente a la legislatura de la provincia de 

Buenos Aires, al ser nombrado gobernador: Dorrego había puesto fin a la guerra con el Brasil, firmando una paz honrosa; en agradecimiento, la legislatura propuso que se le ascendiera a general; mas Dorrego rechazó el ofrecimiento con dignidad y sencillez, pues, según decía en la carta que enviara a la legislatura, se consideraba muy honrado con el grado de coronel que poseía, y además era su norma no aceptar ascensos que no estuvieran motivados en un hecho de armas ante un enemigo de la Patria.

MARIANO MORENO

La “Representación de los Hacendados” es una prueba del gran talento de Moreno y de su fortaleza de ánimo.
Su hermano Manuel nos refiere un dramático episodio, íntimamente ligado con la creación del famoso documento.
Eran días de pesar y zozobra para la familia Moreno. El anciano padre yacía postrado en cama, presa de una grave enfermedad que hacía temer un desenlace fatal.
La víspera del día en que los hacendados debían presentarse en el Consulado, mariano Moreno en su gabinete de estudio se entregaba a la tarea de redactar el documento.
Era una lúgubre. El viento y la lluvia azotaban los árboles. Manuel, que en aquella noche lo acompañaba en calidad de secretario nos describe el aspecto atormentado del joven doctor. revelaba la profunda lucha entre su sentido del deber que le impulsaba a permanecer ante su mesa de trabajo, y la voz filial, que lo impulsaba a abandonarlo todo para correr al lado de su padre moribundo.
Era necesario tener listo el documento esa misma noche, pues a la mañana siguiente debía ser leído ante el Consulado. Moreno no podía faltar a la palabra empeñada. Los estancieros confiaban en él.
Dirigiéndose a su hermano Manuel, le dice:
- ¡Tú...tu, corre a su lado! ¡Yo..., yo me quedo! ¡Mi deber está aquí!
Haciendo un supremo esfuerzo logró coordinar sus ideas, que comenzaron a fluir luminosas, y las trasladó al papel. Con el trazo final de su firma, Mariano arrojó la pluma y, abandonando su gabinete, pasó el resto de la noche junto al lecho de su padre.
A las siete y media de la mañana siguiente abandonaba la alcoba de su padre para encaminarse al Consulado. Allí le aguardaban ansiosos los hacendados. Saludó a los miembros del Consulado y, adelantándose hacia la mesa, dio comienzo a la lectura de la solicitud, que había de agregar nuevos laureles a su nombre.
De pronto, un hombre se acercó a Moreno. Interrumpiendo éste la lectura del documento le miró con espanto, adivinando la terrible noticia que iba a darle. Moreno, vacilante, buscó el apoyo de la mesa; mas, sobreponiéndose, continuó la lectura de la Representación de los Hacendados.
Sólo cuando el talentoso hombre de leyes se hubo retirado, supieron los asistentes lo que la entereza de Moreno había logrado ocultar: la noticia de la muerte de su padre.


DE AHORA

I
En cierta ocasión, un distinguido político argentino defendía ante un auditorio su postura sobre una ley que amparase a ciertas minorías. De repente, uno del público dijo acaloradamente:
- ¡Independientemente de todas las razones que se den, es inaceptable que cierto grupo de individuos, por más minoritarios que sean, viva en Argentina sin hacer caso de nuestras leyes y creando además sus propias normas!
A lo que otro del público contestó:
- ¿Por qué no puede ser así? ¿Acaso no es lo que nuestros diputados y senadores hacen?

II
El mayor problema de los políticos es que las mentiras arruinan la mitad de su reputación, mientras que la verdad echa a perder la otra mitad.

III
La razón de que nuestros políticos hagan tanto esfuerzo por ser reelegidos es que les resultaría muy difícil ganarse la vida obedeciendo las leyes que ellos mismos han promulgado.

IV
Los gobernantes argentinos, con frecuencia desnudan a un santo para vestir a otro, porque saben que siempre pueden contar con el apoyo del segundo.

V
Cierta vez, un conocido político de nuestro país ofreció un empleo como representante de él ante la prensa. Concurrieron varios, ansiosos - por supuesto -, de dejar de trabajar cobrando sueldo. Uno de ellos fue llamado a concurrir a la oficina del funcionario en cuestión. Éste se sienta y la secretaria, tomando una hoja le dice lo siguiente:
“- Su currículum está lleno de exageraciones, falsedades, verdades a medias, imprecisiones y mentiras. ¿Puede presentarse a trabajar mañana?”
  
VI
En un pueblo de la provincia de Buenos Aires cuyo nombre prefiero no acordarme, un cirujano, un político y un ingeniero civil discutían sobre cuál era la profesión más vieja del mundo. 
- La mía, - dijo el cirujano- ya que de una costilla extrajeron a Eva.
- No, la mía es más antigua, - terció el ingeniero civil- ya que primero se hizo la creación, sacándola del caos.
- Los dos han perdido entonces  habló el político- porque precisamente, ¿quién hizo el caos?

VII
Se define en Argentina Año de elecciones como aquel en que todos los políticos dicen querer y saber ayudarnos a salir de todas las macanas en que antes nos metieron. 

VIII
Nuestra clase política ha hecho de las encuestas de opinión algo tan popular que, en la actualidad, hay más gente haciendo preguntas que contestándolas.

IX
Cuando en las próximas elecciones de Argentina, nuestra sociedad deba elegir entre dos males inaceptables, es porque ya perdió.

X
A veces, la carga de trabajo de nuestros políticos es abrumadora. Luego de una noche de desvelo, un conocido político oficialista argentino fue al despacho de su secretaria y le dijo:
- ¡Estoy muy cansado! ¡Pagaría cualquier cosa porque alguien se presentara a dar la conferencia por mí!
- ¿Cuál es el tema?  le preguntó su secretaria -
- Ética.

XI
Si usted cree que el pasado no puede alterarse, es porque no ha leído regularmente los diarios donde la clase política hace sus comentarios.

XII
Una definición: Líder piquetero: Individuo y /o persona que haría cualquier cosa por los trabajadores, menos convertirse en uno de ellos. Aplicable también a los líderes gremiales que tanto pululan y medran en nuestra ciudad y en todo el país.


“Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía” Mariano Moreno, del prólogo a la traducción de “El Contrato Social” de Rosseau

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