miércoles, 26 de junio de 2013

Las dos rejas de arado - Rafael Pombo

Tras de largo reposo
la reja de un arado
habíase tomado,
y, caduca, inservible parecía;
vio pasar ora reja,
su hermana y su pareja,
que reluciente y en flamante estado
de su labor volvía,
y díjole: - ¿Por qué si el mismo día,
del mismo material y el mismo hierro
salimos todas dos, tu estás lozana
como un peso acuñado esta mañana;
mientras yo, cual sucio pordiosero,
deslustrada vegeto y degenero?
¿Dónde te embelleciste, y cómo y cuándo?
- Hermana, trabajando.

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