miércoles, 26 de junio de 2013

De un niño y un pájaro - Leopoldo Marechal

Leopoldo Marechal, uno de los escritores más importantes de nuestra patria, nació en Buenos Aires el 11 de junio del año 1900 y murió casi olvidado en 1970. Fue uno de nuestros primeros escritores metafísicos que, a pesar de la diversidad de su obra, fue sistemáticamente ignorado por su identificación con el peronismo, catalogándoselo muchas veces con el despectivo mote de “Escritor Nacionalista”, más como menosprecio que como reconocimiento; o “Neosensible”como cuando estaba en el grupo “Martín Fierro” (Famoso grupo de vanguardia en las letras argentinas, donde Marechal tuvo una polémica con Leopoldo Lugones acerca del verso libre). 
Escribió 3 novelas: Adán Buenosayres, novela que elogiara el mismo Cortázar, El Banquete de Severo Arcángelo y Megafón o la guerra. Varios Ensayos como “La autopsia de Creso” y libros de poemas como “Los aguiluchos”, “Días como flechas”, “Heptamerón” , “Odas para el hombre y la mujer”, “El Centauro”, “Poemas australes”, “Sonetos a Sophia”. Antologías de poesía americana y española como “Laurel”, Antología de la poesía moderna”, “Antología didáctica de la Prosa Argentina” y mucho más. Hay en Marechal, maestro normal y lector avezado de filosofía, una mezcla de sorprendente humor, filosofía, cristianismo y belleza poética poco comunes. 



De un niño y un pájaro

El niño, junto al agua,
pidió ser alfarero.
Cerca del río joven lo buscaba su madre:
lo encobrará con los dedos mojados.

El niño amasa el barro, cerca del río joven;
y entre sus dedos brota
como de Dios, un pájaro de tierra.
La mano de la tierra
gravita sobre el pájaro naciente:
su pico está soldado en un duro
silencio mineral.
El puño de la tierra lo cautiva,
cerca del río joven;
pero el niño le sopla aliento en las narices,
y el pájaro se alza.
cerca del río joven queda un niño
con los dedos mojados.
Y ángeles albañiles interrogan:
-¿A dónde irá tu pájaro, alfarero?
y el niño extiende lontananzas,
para que no le falte cielo.
-¿Con qué sustentarás a tu pájaro, Niño?,
ángeles de cocina le preguntan.
Y el niño inventa el árbol,
para que tenga fruta.

-¿Descansará tu pájaro, alfarero?,
así nublados ángeles inquieren.
Y al cazador el niño afila,
para que no le falte muerte.

Con agua y tierra edificó un destino:
sobre el pájaro muerto llora el niño.
Su madre lo buscaba, cerca del río joven:

lo encontrará su madre
con los ojos mojados.

Poema publicado en “Odas para el hombre y la mujer” del año 1929.

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