hoy atravieso una neblina
que de a ratos, todo lo deforma.
Miro los árboles y no son árboles.
Miro las piedras y no son piedras,
sino parte de mi amada.
( En esta mañana redonda como una moneda de oro,
olvido lo que es estar soñando y estar despierto.)
Y los árboles vuelven a ser árboles
y las piedras vuelven a ser piedras
pero nunca dejan de ser parte de mi amada.
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