miércoles, 26 de junio de 2013

ganadores del CERTAMEN LITERARIO 2009 “RAÍCES ITALIANAS”, auspiciado por la ASOCIACIÓN ITALIANA FILANTRÓPICA UNIDA DE BALCARCE

1º Premio: Nuevo Horizonte. Autor: Santiago Luis Ortigosa

Recé con la esperanza de encontrarte
con tus buenas manos de tierra ángel
y conozcas mi cultura, mi lejano origen
la sangre italiana pura, de buenas raíces.

Y me convidaste tu música, tu aire
te di brazos de labores que soñaste.
Aré la tierra gaucha de hombres sin bandera
planté las semillas de mi vida en tus venas.

Coseché mi cultura en el centro de tu alma
nos hicimos amigos, me diste tus palabras
nos entendimos en la mirada profunda
fuimos sentimientos en nuestra historia.

Y bailamos en la noche junto a la luna
danza de nuestro arte, la tarantela
para no olvidar nuestros pasos de hilo
recordar el pasado y de dónde vinimos.

Bebimos  tu savia que nos ofreciste
crecimos en tus alas y vivimos
decoramos tu cuerpo con nuestras manos
Cantamos la vida, amores italianos.

Mis pasos se fundieron en unión
al caminar junto a ti vida alma nativa
nos diste tus ojos, amistad y alojo
fuimos extranjeros en tierra primitiva.


2º Premio: Raíces por Viviana Verònica Rojo

En mi casa de fachada antigua
de esta ciudad de Balcarce
estoy sentado en un cómodo sofá,
mis ojos observan en el rincón del living
un viejo baúl
que guarda en su seno historias lejanas.
Al abrirlo, veo unas fotos
deslucidas por el tiempo
sintiendo en el corazón sosegado
una gota de añoranza.
Estas revelan recuerdos añejos
una historia de amor
de mis abuelos
en la preciosa ciudad de Sorrento.
Con mi mente alocada
imagino esa historia
que sucedió en un tiempo lejano.
Vivían en una casona de fachada lechosa
con cuatro ventanas estrechas,
estaba asentada en el acantilado
sobre las olas de su Marina Grande,
un magnífico balcón
que cautiva el Golfo de Nápoles.
Rodeada de naranjos y limones
Dibujaban una puntilla
realzando los colores
y perfumando la brisa del Mar Tirreno.
En 1929 zarpan en un barco del puerto de Nápoles
guardando en sus corazones
un volcán de ancestros
que fluyen todavía en mi sangre.
El alma mía desvela una alegría
revelándose en un instante
un secreto mágico,
buscaban un anhelo, un sueño y una ilusión
en esta tierra argentina.
Esas son las huellas
las raíces vivas y palpitantes
que brotan en mis venas
perdurando en el tiempo
dentro de la esencia del alma.


Mención especial:  “Comentario, un gran caballo”. Autores: Grupo de alumnos de la 
Escuela Especial  N º 502  de Balcarce

El grupo “Hércules” está compuesto por alumnos del segundo ciclo de la Escuela Especial nº 502.
La propuesta generó mucho entusiasmo. La historia fue creada enteramente por el grupo a través de palabras claves y nexos que entre ellos fueron apareciendo.
Los alumnos participaron desde la oralidad y en la medida que las ideas surgían y se hilaban, se escribía en imprenta en el pizarrón por el docente a cargo.
Una vez terminado el cuento fue pasado en computadora siendo dictado por el docente y escrito por ellos.
De acuerdo a la historia narrada, el detonante de nuesro grupo “Hércules” fue “el campo”. Y con el campo surgieron anécdotas familiares, vivencias, recuerdos y actividades que se realizan y los animales que habitualmente se observan en ese entorno.
Este fue el disparador para que la historia cambiara de dirección y focalizaran en un caballo y en una experiencia de vida que culmina con una interesante moraleja.
Nos pareció importante seguir el curso del pensamiento de los alumnos y sorprendernos con asociaciones, sinónimos, vocabulario específico, inventiva y cómo ellos esperaban en cada encuentro aportar más ideas a esta historia que sentían construida enteramente por ellos. 


Comentario, un gran caballo

Corría un caballo llamado “Comentario” dentro de la cancha, joven potro, alto, musculoso, de color negro y patas blancas. Observaba los animales de la granja. Había ponies, potrillos, vacas, ovejas, chanchos, gallinas, conejos, gansos, gatos, pollos y perros. Hacía calor y el caballo sudaba. Estaba muy cansado.
En ese momento se acercaron moscas y empezaron a molestarlo. Comentario se tira al pasto y se revuelca con las pata para arriba. Se rascaba y se rascaba.
Juan, su entrenador, lo había exigido mucho; no se dio cuenta de que era un caballo joven. Tenía solamente dos años.
Juan era un hombre bajo y delgado que le gustaba hacer chistes. Sus amigos, los paisanos, escuchaban sus bromas y entre mates y empanadas se divertían. Comenzaba la carrera y Comentario estaba nervioso y asustado porque había mucha gente y mucho ruido. No quiso salir de la gatera.
Los demás caballos: Tornado, Pampa y Arroyito le ganaron.
En un ataque de locura, Comentario se escapa corriendo y salta el alambrado.
Se lastima las manos y el cogote. Corre para la granja dolorido.
Allí lo reciben los animales y la oveja le pregunta:
-¿Qué te pasó?
Comentario le responde:
-Perdí una carrera. Mi entrenador no pensó en mí. Solamente en ganar él.

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