A la mar fui por naranjas,
cosa que la mar no tiene;
me dejaron mojadita
las olas que van y vienen.
Ay, mi dulce amor,
ese mar que ves tan bello,
ay, mi dulce amor,
ese mar que ves tan bello
es un traidor.
La farola de mi pueblo
está partida en dos cachos:
uno alumbra a los marinos,
otro alumbra a los borrachos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario