“¿Quién habla
de victorias? El resistir lo es todo.”
Rilke:
Réquiem para el poeta Wolf Von Kalckreuth
¿Cuál
será el peso exacto, el gesto que equilibre
tu
incipiente carne en la balanza
cuando
no haya más victoria ni libertad que el sueño?
Angel
del bien petrificado: ¿Recuerdas
cuando
en el aire presuroso
dibujabas
laberintos de silencio,
y con sangre joven, gritabas convencida:
“¡Mayo
del 68 no está muy lejos!”?
Mas
nada eres hoy, siquiera un eco
del
pasado. Sólo un gris, discreto,
murmullo
de impublicable edad, e historia de un comienzo
que
generoso te convence de un lugar más bello que la muerte
y
de un tiempo que vivirás sin ser, como cualquiera
con
diluida rosa como estéril pecho.
Escucha.
Mayo
del 68 aún no está muy lejos.
Nosotros
nos hemos alejado, resignándonos
con
robar bronces en el cementerio.
¿Oyes
la brisa de lápidas pesadas? Nos aguarda
un
corcel de tiempo,
cuyo
redoblar de patas despertará a la muerte
y
la miseria, puntual, vendrá de lejos.
Votar
a urna llena, hacer las pausas
que
la escuela enseña tras bostezos
de
bestial docilidad, de estéril rebeldía,
de
corrupta complacencia hacia el gobierno.
Apúrate
a luchar. Y si lo haces
tendrás
que destruir todo, la antigua nada,
y
sobre esa nada informe florecerán tus huesos.
Un
aliento sutil los llenará de vida
y
palpitará tu carne como en otros tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario