martes, 25 de junio de 2013

POESÍA DE PROTESTA - PARTE 2

Esta poesía, que en un tiempo fue revolucionaria y hasta podía costar la vida del que la escribía, ya es material poco frecuente. Siempre existirá una injusticia por la cual protestar, pero a veces las voces son calladas por la comodidad de un reconocimiento social, la gloria de un premio ganado, por la sabiduría de estar en el lugar correcto o simplemente por la desidia de marfil de cada día. Algún día existirá el tiempo en que todo será justo para todos. Pero mientras llega ese día, poetas y cantores seguirán recordándole al pueblo que tanto la vista como los brazos, deberán mantenerlos en alto. Y la lucha sigue...


POEMA 
(Anónimo) 

Se solicitan mecánicos, plomeros, sirvientas,
Mozos chicos, cocineras, jardineros, costureras,
Maestros, choferes, albañiles, cargadores,
Torneros, pintores, secretarias, herreros,
Fontaneros, meseros, electricistas, mineros,
Cobradores, jornaleros, peones, barrenderos...
Se solicita a todos los pobres.
Solicitamos a todos los trabajadores
Para hacer una revolución.
Para cambiar el mundo,
Para darle muerte a la miseria,
Para que sonrían los niños,
Para construir un nuevo mundo;

¡Un mundo donde coma el que trabaje!.


CARTEL 
(Francisco Urondo) 

¿Soy el poeta de la revolución acaso
como dice por ahí  bromeando
un compañero de cárcel? No.
El poeta de la Revolución es el pueblo;
Pero el pueblo concreto, de persona
A persona; el viejo Ponce, que ayer
Cumplió años y casi le revienta
El corazón de alegría cuando le cantaron
La marchita revolucionaria del pueblo.
La cantaron como si fuera el happy birthday,
Y se fumó un habano legitimo, regalado
Por Fidel al chicho, y por este a un amigo,
Y del amigo a mí, y de mí al viejo Ponce,
Por la Gracia Divina. Ponce, el viejo gladiador
Peronista. Es el poeta de la revolución.


A LA MINA NO VOY MAS
(Colombia, Siglo XVII) 

El Blanco vive en su casa de madera con balcón en negro
En rancho de paja, en un solo paredón.
Y aunque mi amo me mate, a la mina no voy
Yo no quiero morirme en un socavón.
Don Pedro es tu amo, el te compró
Se compran las cosas a los hombres no.
Y aunque mi amo me mate...
En la mina brilla el oro, al fondo del socavón.
El blanco se lleva todo y al negro deja el dolor.
Y aunque mi amo...
Cuando vuelva de la mina, cansado de carretón.
Me encuentro a mi negra triste, abandonada de Dios.
Y a mis negritos con hambre, porqué esto, pregunto yo.
Y aunque mi amo...
Don Pedro es tu amo, el te compró,
Se compran las cosas, a los hombres no.
Y aunque mi amo...
En la mina brilla el oro, al fondo del socavón,
El blanco se lleva todo, y al negro deja el dolor.


CANCION DEL PARCHE Y EL ABRIGO 
(Bertold Brecht) 

Cada vez que nuestro abrigo está raído
Vienen ustedes corriendo y nos dicen:
¡No es posible que sigan así!
¡Hay que ayudarlos y por todos los medios!
Y llenos de ira se dirigen a los dueños
Mientras nosotros, congelándonos, esperamos.
Y ustedes regresan y triunfantes nos muestran
Lo que acaban de conquistar para nosotros:
Un pequeño parche.
Bien, ese es el parche.
¿Pero dónde está el abrigo?
Cada vez que gritamos por hambre
Vienen ustedes corriendo y nos dicen:
¡No es posible que sigan así!
¡Hay que ayudarlos y por todos los medios!
Y llenos de ira se dirigen a los dueños
Mientras nosotros congelándonos, esperamos.
Y ustedes regresan triunfantes
Nos muestran lo que acaban de conquistar
Para nosotros: alguna migaja.
¿Pero donde está el pan?
Necesitamos no sólo el parche
Si no también el abrigo.
Necesitamos no sólo la migaja
Si no también todo el pan.
Necesitamos no sólo el puesto de trabajo,
Sino toda la fábrica y el carbón
Y el mineral y el poder del Estado.
Bien, eso es lo que necesitamos.
¿Pero que nos ofrecen ustedes?


INTELECTUALES APOLITICOS 
(Otto René Castillo) 

Un día los intelectuales apolíticos de mi país
Serán interrogados por el hombre sencillo
De nuestro pueblo.

Se les preguntará, sobre lo que hicieron
Cuando la patria se apagaba lentamente,
Como una hoguera dulce, pequeña y sola.
No serán interrogados sobre sus trajes,
Ni sobre sus largas siestas después de la merienda,
Tampoco sobre sus estériles combates con la nada,
Ni sobre su ontológica manera de llegar a las monedas.
No se les interrogará sobre la mitología griega,
Ni sobre el asco que sintieron de sí,
Cuando alguien en su fondo,
Se disponía a morir cobardemente.

Nada se les preguntará sobre sus justificaciones
Absurdas, crecidas a la sombra
De una mentira rotunda.
Ese día vendrán los hombres sencillos.
Los que nunca cupieron en los libros y versos
De los intelectuales apolíticos
Pero que llegaban todos los días
A dejarles leche y pan, los huevos y las tortillas,
Los que les cosían la ropa,
Los que les manejaban los carros,
Les cuidaban sus perros y jardines,
Y trabajaban para ellos, y preguntarán,
“Que hicisteis cuando los pobres sufrían,
y se quemaban en ellos, gravemente,
la ternura y la vida?”

Intelectuales apolíticos de mi país,
No podréis responder nada.
Os devorará un buitre en silencio
Las entrañas. Os roerá el alma
Vuestra propia miseria y callareis,
de vosotros.


EL DOCTOR 
(Enrique Cisneros L.) 

Jué en un rancho de la sierra Allá en la revolución
Cuando quedaban los muertos pudriéndose bajo el sol,
Nos llegó la peste un día, quen sabe de'onde llegó,
Que´ra la fiebre española, la gente ansí la llamó.

Y que se muere don Chon, don Chon el enterrador,
Lo vino a ver don Zenaido que del rancho era el doitor,
Le puso un espejo, y luego que 'l muerto no resolló
Y que me gritan Canuto, tú y tu compadre Nabor
Entierren ese dijunto, entre más hondo mejor.

Lo líamos en un petate porque ya no había cajón
Hicimos un joyo grande y allí echamos a don Chon,
Y que se oye muy abajo: __No me entierren por favor
¡Estoy vivo...! ¡Estoy vivo! No sean ingratos por Dios.

Y me dice mi compadre: __No li'aga caso a esa voz;
échele tierra compadre, ese ya se petatió;
Dijo el dotor que'sta muerto y él, pos pa' eso estudió,
¡A poco el muerto tarugo va a saber más que'l dotor!


CONSTITUCION POLITICA 
(Rafael Romero)

Constitución de rango extraordinario
Mientras se empeña el pueblo en ensalzarte,
Los traidores no cesan de burlarte
Demostrando un espíritu arbitrario.

Te ataca el clerical y el reaccionario
Y el político audaz en vez de amarte,
Funcionarios que dicen respetarte
Son los primeros en burlarte a diario.

¡Pobre Constitución! Vas al ocaso
ya que tus postulados por desgracia
nadie en lo general les hace caso.

Al ver que te escarnece la falacia,
Yo me pregunto sí con ese paso
¿Podrá sobrevivir la Democracia... ?

1 comentario:

  1. Bonitos poemas, algunos impresionantes! Me alegro de haber visitado el blog!
    Yo también tengo un blog de poesía protesta! Os dejo el enlace por si quereis visitarlo!
    mispoemasaquí.blogspot.com
    Gracias, salud y anarkía

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