miércoles, 19 de junio de 2013

Balada solitaria - Por Ezequiel Feito


“..y lo que amé, lo amé yo solo” (Poe, en Alone)

Mi compañía ha sido suficiente
como para mirar al cielo.
Sólo mi voz fue necesaria
para nombrar todas sus estrellas.
Mis ojos eran capaces
de descifrar por si mismos el enigma de las nubes.
Mis palabras nombraban
aquello que me era necesario.
Y así tenía el universo
la exacta dimensión de mí mismo.
Extendía mis manos y el vacío
era obligado compañero de mis sueños.
Lo que oía, lo oía solo para mi,
y en silencio contemplaba mi naciente arco iris
hasta que la mañana volvía a llevarme por completo.

Mis ojos y mi voz eran suficientes
para contar todas las estrellas,
heladas en su inmóvil soledad celeste;
helado en mi inmóvil soledad de carne.

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