miércoles, 19 de junio de 2013

Contrapunto Por Ezequiel Feito

Cubre la costa
un denso velo;
campanas tocan
redoble a muerto,
mientras el barco
va a la deriva
allá, muy lejos.

- ¡Miren, amigos, aquí está
el barco hundido,
soñando
que navega todavía!
No hay tesoros en él. ¡Tiempo perdido
es buscar esclavos, ámbar, mirra…!

El mar sepulta
todos los vientos;
borra la playa
todo sendero,
mientras el barco
va a la deriva
allá, muy lejos.

- ¡Déjenme tranquilo! ¡Bajo un fértil cielo de gaviotas
el mar me llama,
mientras mis maderas se pudren y se olvidan
y mi sangre la arena desparrama!

Cuenta la tierra
un cuento viejo;
guerras y pestes,
hambre e infierno,
mientras el barco
va a la deriva
conmigo adentro.

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