jueves, 20 de junio de 2013

Detrás de las cosas Por Héctor Fuentes

Me asomo al sonido
imperceptible
del mundo.
Compruebo
que el viento
es un pájaro
inquieto.
Constato
que el aire
es sostén
de canciones.

El poeta
es sangre
convertida
en deseo.
La poesía
es río
convertida
en afluente.
El mar
es el brillo
donde descansa
el silencio.
Un día, la hondura
del verso ensoñado
será pan y promesa,
destino y arena.
Será sal y belleza.
Será luz repentina
enredada en los dedos.

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