-Decime, che... ¿No tenés vergüenza de venir a tu casa a las diez de la mañana, después de haberte pasao la noche perdidiando quién sabe en dónde?
- Mirá, Diolinda... ¡tené cuidao, hijita!... Ya sabés que la lengua rompe güesos... Y aura, permitime que t'esplique en lo qu'he andao pa que veás que Juan Antonio Gutiérrez sabe lo qu'es matrimonio y respeta los mandamientos...
-Lo que sos vos no morís ahorcao si te dejan hablar...; pero esta vez no me vas a venir con las mentiras de siempre... ¡Ya me tenés hasta los ojos!
-Diolinda! Oí la voz de tu marido y dejá'e macaniar... ¿Sabés en lo qu'he andao?... Es un secreto, ¿sabés?... Cosa'e la política..
-¡Bueno!... ¿En qué has andao?... ¡Vamos a ver!
-¿A ver?... No, che, ¡qué ver ni ver!... Apenas que te haga relumbrar de que tal vez seás mujer d'empliao cuando menos lo pensés... He pasao la noche en casa'e Simón Ravena, ¿sabés?... el qu'era cochero'e Pellegrini y hemos charlao de todo...
-¿Vos, charlando con Pellegrini?... ¡Borracho!... ¡Canalla!
-Mirá, Diolinda, no te olvidés de tu carácter, haceme el favor... ¡Yo no t'he dicho que haiga pasao la noche con el dotor, sino con Ravena! ¡Entendé!...
-Y, ¿quién pagó las copas?...
-¿Ve?... ¡Estas son las mujeres, caray!... ¡Una piedra que uno lleva atada en las patas!...¡Y suba usté con semejante tramojo!... ¡Mirá! No me quemés la sangre, che, y andá, arreglame la cama... ¿Es mejor!
-¿Qué te arregle la cama?... ¡No te la'reglás vos con toda tu alma, perdido, embustero!...
-¡Bueno! ¡Mirá! ¡Calmate!... Te v'y a contar, pa que no se te reviente la yel con la curiosidá... Estamos formando un clú, ¿sabés?... un clú de hacha y tiza, p'agarrar empleos y p'armarnos como caiga... No te creás que yo he dentrao, llevao como mono'e gringo, ni porque tenga cara linda, sino por mis cabales... Soy del grupo diretivo, ¿sabés?, ¡de los que van en la punta, de los que tallan, m'hijita!... Y ¿a que no adivinás a quién le debo mi suerte?... ¡Qué vas a adivinar!... ¡Se la debo a la lengua, che, y a naide más! Figurate que dentro ayer al café Manolín y conversando con un amigo me cuenta qu'en el gobierno andaban dando empleos a todo el que hablaba mal de la autoridá, porque querían desprestigiarla... ¡Claro!... ¡Ahí nomás ya l'empecé a sacudir cada chaguarazo desde Roc'abajo a todo el que caía a tiro!... ¡Pa mi no había Congreso, ni ministro ni nada y vivíamos como entre los indios, pensando solamente en la barriga!... ¡Habías de ver el efeto, che; fue bárbaro!
-¡Claro! ¡Te pegaron alguna patiadura!
-¿A mí?... ¡Pero, che. Avisá si estás durmiendo y no me tentés si querés morir de antojo!...Ni bien me oyó Ravena se me acercó y comenzó a sacudir a Pellegrini porque lo había despedido... Y ya seguimos como bicicleta, che... y de áhi ya salimos pa l'Aduana y pa los Corrales y pa todos laos... ¡Y aquí me tenés de vuelta y con la garganta seca!
-¡Bueno!... Pero, ¿dónde'stá el empleo?
-Pero, ¿no has entendido, entonces?... ¡Hemos formao el clú pa'blar mal del que caiga y ya somos once juramentaos! Hay uno que dice qu'él no se calla sino lo hacen por lo menos diputao y que va'blar de Roca hasta que l'oigan los sordos y yo... ¡no te digo nada!... Yo v'y a ser el vengador de mi generación, che, que a causa'e Roca y de sus paniaguaos se ha tenido que refugiar en las confiterías pa'cer algo, porque en el gobierno no le daban calce...¡Y aquí me tenés, aura, encajao en la política y dispuesto a salir de pobre!... ¡Mirá! ¿Yo, de cortar!, e cortar grande!... Si Roca quiere que nos callemos Ravena y yo, o nos hace guardacostas o diputados y si no lo desprestigiamos ante la sociedá y lo hundimos... no te quepa duda Diolinda... Hoy, como decía el pardo Ramírez, pa subir hay que hacer escalera de la lengua, y nosotros no seremos los primeros, ni los inventores del sistema, pero no hemos de ser los últimos... ¡No te me murás, Diolinda, y verás dónde llegamos los que auracres vagabundos!..
. -¿Vas a seguir todavía?... Mirá, mejor es que te callés y te vas a dormir la mona...¡Sinvergüenza!
-¿Qué me calle? El día'e juicio... y a la tarde... ¡Dejá correr el tiempo y verás adonde llego, che!... ¡Aquí el tiempo no es de los mudos como en Uropa, Diolinda, y al que charla lo hacen rai!...
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